Amaia EREÑAGA
Periodista
1980

Garaikoetxea, Oteiza y un abertzalismo que barre

Jorge Oteiza, en 2002, en la inauguración de su escultura situada en el bilbaino Campo de Volantín.
Jorge Oteiza, en 2002, en la inauguración de su escultura situada en el bilbaino Campo de Volantín. (Jon HERNAEZ | FOKU)

Carlos Garaikoetxea, de pie, flanqueado por las fotografías de los anteriores lehendakaris, valora en 1980 los espectaculares resultados de su partido, el PNV, en las primeras elecciones al Parlamento de Gasteiz. El mismo día, pero en 1998, anuncia que encabezará de nuevo la candidatura de EA en los que serán sus últimos comicios y, paralelamente, la Fundación Oteiza fuma la pipa de la paz con el Museo Guggenheim de Bilbo. El paseo por la hemeroteca va hoy de separaciones y reencuentros.

Titular de portada en “Egin” del 11 de marzo de 1980: “La opción abertzale barrió”, en letras bien grandes. Debajo: “El PNV, con 25 parlamentarios, formará Gobierno. HB, con 11 escaños, segunda fuerza política vasca”. ¿Por qué tanto retraso en la publicación de los datos, si las elecciones habían tenido lugar el domingo 9? Probablemente porque era la primera vez que se celebraban comicios al Parlamento de Gasteiz y, no vamos a negarlo, aquellos eran otros tiempos y la prensa en papel tenía otros ritmos. Nada que ver con los actuales.

ANÉCDOTAS E INCIDENTES

Estamos en el lunes 10 de marzo de aquel 1980, cuando las formaciones políticas hacen su lectura de unos resultados electorales sorprendentes. En portada, una fotografía del candidato del PNV, Carlos Garaikoetxea, quien ya es virtualmente el primer lehendakari del posfranquismo, y otra de los dirigentes de Herri Batasuna, con Telesforo Monzón y Francisco Letamendia ‘Ortzi’ ejerciendo de portavoces. Dice el pie de foto: “Una silla vacía en la mesa de HB: la correspondiente a Iñaki Picabea, preso en Soria, parlamentario electo”.

La jornada electoral ha transcurrido con normalidad, nos cuentan, con baja participación por el mal tiempo y algunas anécdotas, como que ni Garaikoetxea ni Monzón han podido votar porque no estaban dados de alta en el censo. La campaña, sin embargo, ha sido “calentita” por las denuncias presentadas ante la autoridad electoral contra LKI, EE y “Deia”, por saltarse la jornada de reflexión, y, sobre todo, por los incidentes registrados la víspera. Hay varias detenciones en Bilbo -cinco miembros de EMK- y en Guardia, jóvenes de HB son agredidos por concejales de UCD y un candidato al Parlamento por Araba cuando pegaban carteles.

«El nacionalismo vasco superó con éxito la prueba del domingo pasado, confirmando así lo que ya se preveía y lo que Madrid temía», leemos en “Egin”. «Se ha registrado un notorio descalabro de UCD, PSOE y PC en las tres provincias, especialmente en el caso del PSOE que, desde junio del 78, pasa de 268.991 votos a 130.542; es decir, se reduce a la mitad».

El PNV (25 escaños) se convierte así en primera fuerza, HB (11) supera al PSE (9), convirtiéndose en la primera fuerza de izquierda, y Euskadiko Ezkerra (6) mejora anteriores votaciones. UCD obtiene 6, Alianza Popular, 2, y el PCE-EPK, 1. Por cierto que, vistas con los ojos de hoy en día, llaman la atención las palabras de Garaikoetxea en la rueda de prensa de valoración de los resultados. A la pregunta de si habrá negociación con ETA, explica que «no existe ningún plan de negociación», porque no aprecia voluntad por parte de ETA, pero de todos modos, agrega, «cuando se trata de obtener la paz, ningún intento está de sobra. Aunque Madrid se escandalice de estas palabras, sabe perfectamente que Madrid ha negociado en muchas ocasiones con ETA, aunque no lo haya dicho. Prefiero no utilizar el término ‘negociación’ para que no se produzca un escándalo en los sectores de la derecha del país».

Y ahora saltamos al año 1998. Aquí nos encontramos con un Garaikoetxea en una coyuntura completamente distinta. El presidente de Eusko Alkartasuna -la ruptura con el PNV fue en 1986-, anuncia este 10 de marzo, en una comparecencia en el Alkartetxe de Gasteiz, que encabezará de nuevo la candidatura de su partido a las próximas elecciones que tendrán lugar en octubre de ese año, pero que estos serán sus últimos comicios. Leemos en “Egin”, que «el líder de EA señaló que tras la última presentación electoral no aceptará ‘retiros dorados’ en entidades o empresas dependientes de las instituciones públicas y expresó su deseo de que en su partido se abra un 'proceso de renovación para la próxima legislatura’».

Un dato esclarecedor: al día siguiente, la noticia solo aparece como una pequeña referencia en la portada: «Garaikoetxea acepta ser candidato por última vez».

La que sí es cubierta extensamente es una noticia de cultura relativa a la firma del acuerdo de colaboración entre la Fundación Oteiza y el Museo Guggenheim de Bilbo, por la que la obra de Jorge Oteiza se expondrá en la pinacoteca de Bilbo. Por fin, se ha fumado la pipa de la paz entre dos “enemigos” «José Luis Merino, el comisario de la futura muestra antológica, señaló que el detonante del cambio de opinión de Oteiza sobre el Guggenheim fue su encuentro con Gehry», cuenta Martxelo Diaz. «Él [Oteiza] había insultado previamente a Gehry por activa, por pasiva y perifrásticamente», leemos. Gehry, sin embargo, le «adoraba».



[1900] GAUR8: euskararen zapatak

2007ko martxoaren 10ean, GAUR8k Palestinari begira jarri gintuen: “Palestinarren eskubideak onartzeko garaia” irakur zitekeen kaleratu zuen lehenengo zenbakian. Ordutik, gure euskarazko astekaria hazi, egonkortu eta hedatu egin da. Aktualitateko gaietan pausatzen den begirada sakona bihurtu da egun, kalitatearen sinonimoa.

Amagoia Mujikari, GAUR8ko editoreari, atzera begirada egiteko eskatu diogu. Lehena airean jarri zutenean, «zapata berriekin bezala, pozik baina minbera, zapata berria norbere ibileraren aginduetara makurrarazi behar baita. Erakusleiho bikoitza zeukala esaten genuen, papera eta digitala». Eta zer ikasi dugu? «Euskarak zapataz beteta dauka armairua; existitzen diren zapata mota guztiak dauzka. Horrekin konturatu gara GAUR8n, hemezortzi urteren joanean. Landu nahi genuen gaia edozein izanda ere, euskarazko zapatak zituztenak topatu ditugu uste baino askoz gehiagotan. Hain eroso, anitz, natural, ezen dagoeneko ez baikara konturatu ere egiten zapatekin. Pauso erosoz, leihotik begira jarraitu nahi dugu, euskaratik munduari so.