EDITORIALA

La apuesta europea por el negocio de la guerra

El Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo (SIPRI) publicó ayer los principales datos sobre el comercio mundial de armas en el último quinquenio 2019-2023. Entre sus conclusiones destaca que las importaciones de armas europeas crecieron un 94% en relación con el quinquenio anterior. El principal suministrador fue EEUU que aumentó en 20 puntos, hasta el 55%, su cuota de ventas de armamento a Europa. La demanda de Donald Trump a los países europeos de la OTAN para que incrementasen los presupuestos de Defensa hasta el 2% del PIB se ha traducido en un aumento espectacular de las ventas para el complejo militar industrial estadounidense.

De hecho, por el lado de las exportaciones, sobresale EEUU, que ha aumentado en ocho puntos su cuota hasta el 42% de las ventas totales, con una cartera de clientes que incluye nada menos que a 107 Estados. Los países de Europa Occidental también han ensanchado en dos puntos su participación en el comercio militar, hasta alcanzar el 30% del mercado. Destaca el Estado francés, que ha subido hasta la segunda posición, superando a Rusia, cuya exportaciones cayeron a la mitad, y solo por detrás de EEUU. El Estado español se mantiene en octava posición en la lista de exportadores de armas. No cabe duda de que la industria de guerra occidental está aprovechando virtuosamente las crecientes tensiones internacionales para ampliar su cartera de clientes y pedidos. Y a juzgar por las declaraciones de la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, en el último pleno del Parlamento Europeo, apelando a «turboalimentar la capacidad industrial de defensa» o la intervención de la presidenta del BEI, Nadia Calviño, proponiendo una mayor implicación del banco que preside en la industria militar, la UE ha olvidado la diplomacia y apuesta inequívocamente por el negocio de la guerra.

Por desgracia, la experiencia indica que la expansión de los arsenales militares no acerca la paz y la estabilidad, y lo único que multiplica son los conflictos armados. La élite europea ha formado el partido de la guerra. Corresponde a la ciudadanía organizar el partido de la paz y el desarme.