Fady RADWAN
Periodista palestino de Gaza
KOLABORAZIOA

Crímenes contra la humanidad

En Gaza, donde la vida está destinada a reducirse al tamaño de una tienda de campaña y un puñado de harina, la gente no pasa hambre por la pobreza y no ha sido desplazada por desastres naturales. Es un asedio colectivo, un castigo que en el derecho internacional equivale a un crimen contra la humanidad. Cocinan alimentos en forma de comidas que tienen a su disposición. La gente lleva más de un mes comiendo alimentos para animales y pájaros en un estado de hambruna mortal.

Dos millones trescientas mil personas, la población en disminución de Gaza, olas que se mueven dentro de la pequeña franja; En el norte, donde los bombardeos y la política de hambre y humillación siguen quebrantando la voluntad de los palestinos; el ejército ataca diariamente todas las zonas de la Franja de Gaza, obligando a la gente a huir al sur de Gaza, que Israel promueve como una zona segura que los testigos y los hechos confirman que es lo contrario.

En el camino del desplazamiento se cuentan historias y cuentos horribles sobre los crímenes que ocurrieron en el norte, incluidos abusos, desapariciones, incluso ejecuciones en el campo y varios delitos dentro del crimen mayor.

En Rafah, junto al cruce, un millón trescientas mil personas están hacinadas en un área con capacidad para un cuarto de millón. Los desplazados de Gaza se están reuniendo en unos doscientos centros de refugio de la Unrwa, que está amenazada con detener sus trabajos después de que los mayores países donantes asumieran el poder sobre los civiles palestinos y dejaran de financiarlos en cooperación y complicidad con la falsa narrativa de Israel y su campaña engañosa. Los que no tienen un centro de acogida ni un hogar tendrán que esperar a que les instalen tiendas de campaña de plástico en pleno invierno.

Hay cientos de personas en las carreteras. Están congestionadas, sin agua potable ni instalaciones sanitarias. La comida es muy escasa, algo que el secretario general de las Naciones Unidas nunca ha visto, según afirma en una entrevista con los medios.

El quinto mes del asedio a Gaza, que es un número que se sitúa entre los asedios legendarios de la historia, pero en un siglo de civilización en el que la humanidad ha llegado a ser capaz de presenciar el genocidio y los crímenes contra los palestinos. Y esa misma humanidad permanece en silencio excepto para preguntar cómo resisten, ¿qué están haciendo? Están parados cerca del último muro de la humanidad en Rafah.

Están pagando un gran precio por la gloria llamada dignidad.