Pues derrota con todas las de la ley de Saski Baskonia en su particular final. De haber ganado, el acceso al play-in hubiera sido matemático, pero la derrota tan dura como la que cosechó anoche ante Anadolu Efes no solo pone en peligro la novena plaza, sino incluso la décima. Menos mal que Partizan perdía en casa frente a Olympiacos (69-74).

Pero claro, ante los 28 puntos de Larkin, los 20 de Will Clyburn y los 15 tantos y tremenda presencia de Ercan Osmani, más el marcaje brutal de los otomanos especialmente en el tercer cuarto dejó a los de Dusko Ivanovic sin respuesta. Después de sobrevivir a un gran arranque visitante llegando al descanso con un 45-49 adverso, un parcial de 8-28 en el tercer acto fue un puñetazo que derribó sin remisión a los jugadores de Dusko Ivanovic, que deberá buscar en Madrid y Bolonia lo que no lograba ayer en casa.

La inclusión de Markus Howard y, sobre todo, Chris Chiozza, fue el primer gran sobresalto del partido, luego de que Anadolu Efes, después de haber jugado al gato y al ratón con la posible baja de Larkin, incluía al exbase del Baskonia entre su cinco inicial.

No obstante, mayor sobresalto produjo el arranque del partido, un 6-14 adverso para los gasteiztarras con un Anadolu Efes acertadísimo desde más allá de la línea de 6,75 metros, controlando a Howard muy de cerca y, de paso, colocándole dos faltas a Chiozza que lo llevaron derecho al banquillo en menos de cinco minutos, preludio de un primer asalto que acabaría 22-32.

Will Clyburn fue el jugador referencia de este arranque. Superó a Marinkovic en el arranque y a Moneke le sacó dos personales en lo que dura un pestañeo. El cuadro otomano fue vertical a más no poder, sin dejar formarse la defensa gasteiztarra ni aún después de recibir canasta, de forma que los de Ivanovic sufrieron en infinidad de transiciones para poder llegar a tiempo, por lo que Efes cobraban faltas y más faltas, con diversas visitas a la línea de tiros libres.

DEL ESPEJISMO A LA REALIDAD

Y pese a todo, Saski Baskonia llegó al descanso con sus posibilidades intactas, sobre todo porque aparecieron alternativas a Markus Howard para sumar desde lejos, como fueron los dos triples que encadenó Rogkavopoulos, para arrimar a los de Dusko Ivanovic 43-49 y encender otra vez un Buesa Arena que no cejó de empujar pese a verlo complicado desde el salto inicial. Y más que se encendió cuando un palmeo de Cody Miller-McIntyre dejó el marcador en 45-49 en tiempo de descanso.

No se puede decir que el segundo arreón de Anadolu Efes llegase de otra demostración de exuberancia anotadora, sino de la defensa. Con jugadores como Tyreque Jones u Osmani metidos en todas las salsas de la defensa, el cuadro otomano volvía a tomar ventaja, la máxima del partido hasta el momento con el 47-63, luego de un parcial de 2-14, con el mentado Osmani sumando dos canastas dolorosas al final de posesión y Larkin birlándole la bola a Howard.

Dusko Ivanovic se desgañitaba ante los árbitros en vista de la defensa de contactos otomana que provocaba ataques en los que los gasteiztarras ni lanzaron a canasta. Una bronca interna estéril, porque la renta visitante superaba la veintena. Y tras el 53-77 con el que se llegó al último cuarto, los esfuerzos gasteiztarras se toparon con la impotencia, y la obligación de ganar fuera de casa.