Raimundo FITERO
DE REOJO

Extraordinario y bello

Si no lo han visto, busquen en las redes el nombre de Ilia Malinin para comprobar que existen seres humanos capaces de dedicar todas sus energías, músculos, neuronas y horas del día para lograr algo tan aparentemente inocuo como realizar seis cuádruples, uno de ellos apellidado Axel, lo más complicado técnicamente, en un campeonato del mundo de patinaje artístico sobre hielo. Ganó el campeonato con la máxima puntuación nunca conseguida y se trata de un muchacho de diecinueve años de origen uzbeco que compite bajo bandera de EEUU.

Es extraordinario y verlo repetido nos hace sentir algo que escapa a nuestra razón y entendimientos, pero nos fundimos con el sonido de esa pista de Montreal que brama de manera impresionante ante cada figura creada por ese joven que nos va proporcionado una idea fugaz de la belleza, de la constancia, del entrenamiento, de la búsqueda de objetivos que están fuera de toda competencia reglada dentro de los valores mercantiles, ya que su labor es esa, hacer vibrar al público, ir un poco más allá de todo lo conseguido por sus predecesores en la materia dentro de unos parámetros económicos muy circunscritos a su visualización televisiva. Un camino hacia el infinito por la periferia de otros núcleos deportivos mucho más potenciados por marcas y patrocinios publicitarios.

Ese cuerpo envuelto sobre sí mismo sobrevolando esa pista crea unas sensaciones salvíficas, de bondad, de la posibilidad de un mundo mejor aprovechando todas las energías positivas. Todo se corta cuando llegan los informativos locales e internacionales.