Raimundo FITERO
DE REOJO

Una vuelta a los principios

Si nos ponemos estupendos, siendo del equipo de fútbol que seamos, de la ideología que nos pete ser, podemos llegar a conclusiones sencillas: lo de la gabarra, la fiesta, la Copa y los txupitos empieza a ser un disloque. El gasto público que representa esta celebración de un club privado escapa a cualquier lógica. Es, eso queda claro, un acto popular, una auténtica fiesta, pero si miramos con un poquito de atención y le damos una vuelta a los principios sobre asuntos básicos como la diferencia entre lo público y lo privado, nos encontraríamos en flagrante y monumental contradicción.

Ya no quisiera entrar en zonas más demagógicas ya que estamos hablando de fútbol. O sea, fútbol. La imagen que se está transmitiendo puede ser objeto de muchas disecciones que afecten a la autoestima futura. Dejando al lado el balón, nos encontramos con un debate sobre la contratación de un cómico al que desde aquí siempre hemos aplaudido por parte del ente RTVE. La firma de un contrato de dos años a la empresa de David Broncano para llevar su programa a una de las horas punta de la primera estatal ha abierto una brecha que me parece suficientemente sugerente para analizarla.

Se habla de unos emolumentos de veintiocho millones de euros, una cifra probablemente de mercado, pero pagados con una supuesta idea, como es enfrentarse en la misma franja horaria a “El Hormiguero”, en una cadena privada. ¿Es está la función de una televisión pública? Ha habido dimisiones y ceses por este caso y se ha abierto una nueva polémica política. Habrá que darle una vuelta a los principios. A todos.