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CIUDAD DE MÉXICO

Narcopartidos y calumnias en un intenso debate electoral en México

«Candidata de mentiras» y «narcocandidata». Así se dirigió la candidata de Fuerza y Corazón por México a las elecciones presidenciales del 2 de junio, Xóchitl Gálvez, a la gubernamental y favorita en las encuestas, Claudia Sheinbaum, en el segundo debate presidencial.

De izquierada a derecha, los candidatos presidenciales de México Xóchitl Gálvez, Claudia Sheinbaum y Jorge Álvarez Máynez.
De izquierada a derecha, los candidatos presidenciales de México Xóchitl Gálvez, Claudia Sheinbaum y Jorge Álvarez Máynez. (Carl DE SOUZA | AFP)

La candidata presidencial de la coalición Fuerza y Corazón por México, Xóchitl Gálvez, elevó el domingo, en el segundo debate presidencial, sus ataques contra la candidata gubernamental, Claudia Sheinbaum, a quien calificó de «mentirosa» y «narcocandidata».

Apoyada por tres partidos, la exsenadora de centroderecha, de 61 años, intentó ponerse al día en las encuestas atacando implacablemente a Sheinbaum, exalcaldesa de la Ciudad de México, que defendió el historial económico y social del Gobierno de Morena. Gálvez arrancó con un ataque frontal contra Sheinbaum y sacó a colación la ola de violencia que vive México.

«Los delincuentes ya tienen partido. Morena se ha convertido en un narcopartido», afirmó. «Se acabaron los abrazos», añadió en referencia al lema «abrazos y no balazos» del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador.

Sheinbaum replicó rápidamente al indicar que «el único narcogobierno que ha existido declarado es el del expresidente Felipe Calderón (2006-2012) del Partido de Acción Nacional (PAN). A partir del 1 de diciembre de 2018 cambió el modelo económico en nuestro país. El viejo modelo, el neoliberalismo, que representa la candidata del Prian, significó privatizaciones con corrupción».

Sheinbaum, quien evitó referirse a Gálvez por su nombre, se dirigió a ella como la «candidata del Prian», en alusión a la suma de los partidos tradicionales mexicano, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el PAN.

Gálvez también aprovechó la actual polémica por la mala calidad del agua en Ciudad de México y sacó un frasco del líquido contaminado desafiando a Sheinbaum a que tomase un trago. «Yo le pediría que se tome esta agua», dijo. Sheinbaum optó por el silencio. «Les dije que iba a haber calumnias: honestidad».

La exjefa de Gobierno de Ciudad de México insistió en los logros del presidente y prometió continuar su agenda. «Antes se apoya a los de arriba. Ahora se apoya a los de abajo. El neoliberalismo fracasó», manifestó.

Aunque los candidatos presidenciales son tres, el cara a cara acabó siendo una confrontación casi exclusiva entre Sheinbaum y Gálvez, ya que el tercer aspirante, Jorge Álvarez Máynez, del Movimiento Ciudadano, pasó casi desapercibido. Apenas logró incluir referencias a un país multicultural en el que «el español no es la única lengua» y donde las energías renovables deberían ser claves para el desarrollo económico del país. Acabó su intervención leyendo una lista de deseos y peticiones políticas de su hijo de cinco años.