Raimundo FITERO
DE REOJO

Para nota

No queda claro si está la situación postelectoral en Catalunya para nota o solamente para dar la nota. Ya han pasado las veinticuatro horas de rigor, ya se ha dormido, despertado y recibido instrucciones, consejos, broncas, análisis y contraanálisis como para poder saber por dónde van a soplar los aires por las tierras catalanas. Las opciones con el ábaco en la mano parecen muy pocas y todas tienen un componente subjetivo y controvertido: el destino inmediato de ERC atrapado en su laberinto.

De momento Pere Aragonès ha anunciado su retirada, ni siquiera tomará su acta de diputado, por lo que es un perdedor identificado, aunque existe una duda razonable ¿es cabeza de turco o simplemente un reconocimiento de sus equivocaciones encadenadas? La caída en votos y escaños ha sido espectacular y fue él quien convocó las elecciones por un desencuentro en los presupuestos con los que hoy llamamos, para abreviar, Sumar que, por cierto, también han perdido escaños.Los guionistas de esta auca política han decidido que Carles Puigdemont anuncie que se va a presentar como candidato a President. Es un momento de iridiscencia que aleja el objeto del destino primigenio para involucrar la gobernabilidad del reino de España en una decisión que debería sacrificar al ganador Illa que, además, tendría que abstenerse para ceder el boletín oficial. Lo obvio, el tripartido PSC-ERC-Sumar, parece cada vez más imposible.Todos los movimientos preocupan porque se podrían repetir estas elecciones y entonces los resultados serían devastadores. ¿Para quién? ¿Eh? Y yo qué sé.