La evolución de los neandertales durante 150.000 años en Euskal Herria
La nueva exposición del Arkeologia Museoa de Bilbo desvela la forma de vida de los neandertales y rompe el mito de su atraso cultural y evolutivo con una muestra de 150 piezas, entre las que destacan los restos de Andere, la neandertal más antigua hallada hasta ahora en Euskal Herria.
El hallazgo hace un mes de restos de un neandertal de hace más de 150.000 años en la cueva El Polvorín de Karrantza ha marcado un hito en la arqueología vasca y, debido a su antigüedad, está haciendo a los expertos reescribir la historia sobre el Paleolítico en nuestro país y, sobre todo, sobre los neandertales. Eso es precisamente lo que se expone en la nueva exposición del Arkeologia Museoa de Bilbo.
Bajo el nombre “Neandertales. La historia de la otra humanidad en los Pirineos occidentales”, se invita al público a explorar el intrigante universo de los neandertales que habitaron en Euskal Herria. El objetivo principal es desvelar quiénes eran realmente y cuál fue su sorprendente y extensa historia. Su biología, sus formas de vida, su evolución y las razones de su desaparición son cuestiones a las que el registro arqueológico vasco está aportando respuestas de manera significativa.
A través de once vitrinas, paneles y diversas escenas de gran formato ilustradas por el afamado artista Emmanuel Roudier, se revela el extenso legado arqueológico dejado por las sociedades neandertales. 150 piezas originales de distinta naturaleza procedentes de Gordailua, BIBAT, Gobierno de Nafarroa y el propio Arkeologia Museoa enriquecen la muestra. La exposición está comisariada por Joseba Ríos Garaizar, investigador del Departamento de Patrimonio Cultural la Diputación de Bizkaia, y Asier Gómez-Olivencia, investigador del Departamento de Geología de la UPV/EHU.
¿QUIÉNES ERAN?
Los neandertales -u Homo neanderthalensis son una especie extinta de homínidos que vivieron en Europa y partes de Asia occidental hace entre 250.000 y 40.000 años. El estudio de los huesos fósiles nos describe al neandertal como un ser de cuerpo robusto y ancho, pero de extremidades cortas, y una cara caracterizada por la ausencia de mentón, los arcos supraorbitarios muy marcados y la frente baja, a pesar de su gran capacidad craneal. Eran cazadores recolectores y, pese a lo que se pensaba en un principio, tuvieron la capacidad de adaptarse a diferentes condiciones y de desarrollar tecnologías líticas avanzadas.
La necesidad de alimento y de materias primas para sus útiles empujó a estos grupos humanos a moverse y dominar vastos espacios geográficos. Los hallazgos arqueológicos realizados hasta la fecha vienen a indicar que llegaron a Euskal Herria hace entre 200.000 y 250.000 años y estuvieron hasta su exitinción hace 40.000 años.
Los grupos que habitaron ese rico y variado territorio dejaron prueba de su gran adaptación, pasando desde yacimientos en la costa hasta sitios en zonas montañosas, incluyendo alguno de gran altitud. Ocuparon abrigos rocosos como Axlor, en Dima o Abri Olha, en Kanbo; entradas en cuevas de grandes dimensiones como Amalda, en Zestoa; o de reducido tamaño como Arrillor, en Zigoitia; Arlanpe, en Lemoa; Lezetxiki, en Arrasate; Venta Laperra, en Karrantza o Gatzarria, en Ozaze-Zühara. Además, habitaron a lo largo de momentos cálidos, similares al actual, y momentos muy fríos.
ASENTAMIENTOS A LO LARGO Y ANCHO DE EUSKAL HERRIA
La muestra comienza por las primeras exploraciones realizadas en Euskal Herria, en los yacimientos de Abri Olha (Kanbo) y Ventalaperra (Karrantza) a mediados del siglo XX de la mano de antropólogos como Jose Miguel Barandiaran, Georges Laplace o Telesforo de Aranzadi.
Después descubrimos los restos de Andere, la neandertal más antigua, cuyos restos óseos se recuperaron en la Sima I de El Polvorín (Karrantza). A este reciente descubrimiento le acompañan los restos recuperados en Axlor (Dima), algunos de los cuales tienen una antigüedad de 100.000 años, y dos réplicas de los dientes de neandertal recuperados en Lezetxiki (Arrasate).
Después se da a conocer cómo era el clima, la vegetación y la fauna con la que convivieron los neandertales en el vasto territorio que abarca desde el río Aturri hasta el Asón y el Ebro. Se analizan también sus estrategias de subsistencia, que incluyeron el consumo de herbívoros, carnívoros, aves, peces y moluscos.
Se exponen restos de águila real, caballos, bisontes, leopardos, osos de la cavernas, hienas, renos, rinocerontes lanudos… algunos de los cuales hace siglos que ya no viven en nuestro territorio y otros que incluso ya se han extinguido.
UNA TECNOLOGÍA CADA VEZ MÁS SOFISTICADA
La tecnología y la cultura neandertal es otra de las sorpresas que nos depara esta exposición y que rompe con muchos de los mitos y prejuicios que hay sobre los neandertales, como que eran seres con comportamientos poco sofisticados y una tecnología primitiva, monótona y rígida que no les permitió adaptarse a los cambios y competir contra nuestra especie, el homo sapiens.
Sin embargo, la arqueología revela que esto no es así, y que las sociedades neandertales supieron adaptarse a ambientes muy diversos, modificando su tecnología y sus herramientas durante decenas de miles de años.
Prueba de ello son la muestra de utillajes de piedra masivos, bifaces y hendedores, que evolucionan desde el Achelense al Musteriense.
Como ejemplos de los avances tecnológicos, veremos expuestas puntas y láminas de sílex, herramientas de hueso y herramientas de madera, incluyendo la herramienta de madera más antigua de la Península Ibérica, que fue recuperada en Aranbaltza III.
La industria lítica de bifaces del Paleolítico Inferior dio paso a una industria basada en la producción de lascas con las cuales realizar diferentes herramientas, cada una de ellas destinada a un uso particular.
En algunos yacimientos se observa una especialización en la fabricación de lanzas, armas de caza compuestas de un astil de madera y una punta de piedra tallada, unidas mediante cordeles y pegamento. Algunas de estas puntas tienen una configuración ligera que las hizo apropiadas para la caza a distancia. También se desarrollaron estrategias de reciclaje de herramientas y de fabricación de utillaje de reducido tamaño, que permitieron economizar la materia prima lítica de buena calidad.
En hueso se desarrolla un utillaje complejo y variado (retocadores, cuñas, alisadores lascas, etc.), destinado a configurar los útiles de piedra, trabajar el cuero o cortar madera.
Además, las sociedades neandertales fueron las primeras en dominar el uso del fuego. Así lo atestiguan la presencia de hogares, restos de combustión e incluso piedras de sílex usadas como encendedores que se muestran en la exposición.
LAS DUDAS SOBRE EL COMPORTAMIENTO SIMBÓLICO
Otro de los aspectos más polémicos de las culturas neandertales es el comportamiento simbólico. La exposición se adentra en esta cuestión a través de los escasos ejemplos disponibles en Euskal Herria, como un canto de arenisca con huellas interpretadas como simbólicas hallado en Axlor o algunos huesos grabados. También se muestran algunos fragmentos de ocre que podrían haber sido usados para hacer representaciones.
Como curiosidad, se exponen cuatro objetos hallados en yacimientos vascos pero que provienen de lugares lejanos, como un prisma de cristal de roca, dos aros de limonita, un fósil del género Micraster y dos conchas marinas que habrían llamado la atención algún neandertal y habrían sido transportadas, quién sabe si para utilizarlos como atuendos decorativos o para algún tipo de ritual.
Finalmente, la exposición aborda la cuestión de los últimos neandertales, mostrando por primera vez una amplia representación del característico utillaje Chatelperroniense, con ejemplos de Aranbaltza II, Ekain y Labeko Koba.
Se trata de una oportunidad única para profundizar en el legado de los neandertales y para conocer las aportaciones realizadas desde Euskal Herria al conocimiento de esta extinta especie.