La OTAN refuerza su apoyo a Ucrania con el envío de aviones de combate F-16
La OTAN refuerza su apoyo a Ucrania en la guerra con Rusia con el envío de cazas F-16 a Kiev, según se anunció ayer durante la cumbre que se celebra en Washington y al margen de la cual Joe Biden anunció la transferencia de sistemas de defensa antiaérea. EEUU desplegará además material militar de largo alcance en Alemania.
El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, anunció ayer en la cumbre de la OTAN que concluirá hoy en Washington que la transferencia de aciones de combate F-16 a Ucrania está en marcha y culminará este verano.
Blinken explicó que los cazas F-16, de fabricación estadounidense y donados por Dinamarca y Países Bajos, que además aportará 300 millones de euros para munición, «volarán en el cielo de Ucrania este verano», a lo que el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, que intervendrá hoy en la cumbre de la Alianza. respondió rápidamente con un agradecimiento en su cuenta de la red social X.
La Casa Blanca, por su parte, precisó que Bélgica y Noruega han prometido proporcionar más aparatos.
El presidente EEUU, Joe Biden, ya confirmó el martes por la noche que los aliados proporcionarán a Ucrania cinco sistemas de defensa aérea, incluidas cuatro baterías de tipo Patriot y misiles tierra-aire especialmente eficaces para interceptar misiles balísticos rusos, y que Zelenski pedía hace meses. El quinto sistema de defensa anunciado es una batería de misiles Samp-T, de fabricación franco-italiana, que Italia ya había prometido.
Los aliados se han comprometido, además, a suministrar otros misiles Patriot o equivalentes «este año» y «decenas» de sistemas tácticos de defensa antiaérea, «en los próximos meses», según Biden.
EEUU reprogramará además la entrega ya prevista de baterías de misiles para que Kiev pueda tener «cientos de interceptores tierra-aire adicionales a lo largo del próximo año», según una declaración de EEUU, Países Bajos, Rumanía, Alemania, Italia y Ucrania.
COMPROMISO CON LA OTAN
En otro comunicado, Washington y Berlín anunciaron el despliegue en 2026 en Alemania de material militar de largo alcance, incluidos misiles SM-6, Tomahawk y armas hipersónicas desarrolladas, para demostrar el «compromiso» de EEUU con la OTAN y sus contribuciones a la «disuasión integrada europea».
«Rusia no ganará. Este es un momento crucial para Europa, para la comunidad transatlántica y para el mundo», prometió Biden en la apertura de la cumbre el martes.
Ayer, alertó de que Rusia está en pie de guerra en pleno «significativo» aumento en la producción de armas, municiones y vehículos «con la ayuda de China, Corea del Norte e Irán», por lo que urgió a la OTAN a incrementar también sus capacidades de defensa.
El secretario general del bloque, Jens Stoltenberg, insistió en que «el mayor costo y el mayor riesgo sería que Rusia ganara en Ucrania». Afirmó que no perciben una amenaza militar inminente de Rusia contra ningún miembro de la Alianza, pero sí reiteró que China es el «principal habilitador (de la guerra) por la provisión de equipos, microelectrónica, todo lo que Rusia necesita para construir misiles», aunque aseguró que no se ha detectado esté aportando armas directamente. La declaración final expresó la «preocupación» por el acercamiento chino-ruso.
Con motivo de esta cumbre, Kiev desearía hacer avanzar su solicitud de adhesión a la Alianza, pero varios países, incluido EEUU, se oponen. Los aliados acordaron ayer que Kiev se halla en un «camino irreversible» hacia la adhesión. Al respecto, Stoltenberg, que dejará el cargo en octubre, afirmó que si se produce un nuevo alto el fuego en Ucrania el país debería incorporarse a la Alianza para evitar nuevas agresiones de Rusia, lo que para Hungría «no es realista» y traería consigo una «amenaza de guerra» con Rusia.