Lo que parecía una etapa de transición camino de los Pirineos se transformó en una jornada de mucha tensión y lucha entre los favoritos, con importantes escaramuzas y significativos abandonos. Así, el viento provocó el nerviosismo y las intentonas por romper la carrera desde el principio, con UAE y Visma como actores principales en su particular batalla por el dominio de la carrera.

Las rupturas se produjeron prácticamente desde el banderazo de salida, formándose un grupo de 22 corredores, con presencia vasca -Oier Lazkano-, pero también de ciclistas de mucho renombre, como Adam Yates o Mathieu van der Poel. Aunque se consintió durante más tiempo del que cabía prever, lo cierto es que la fuga no pasó del minuto.

Mientras tanto, la batalla también se desató entre los favoritos, que habían conocido a primera hora el abandono de Primoz Roglic como consecuencia de las secuelas de la caída del día anterior y también a los treinta kilómetros de un Juan Ayuso aquejado al parecer de covid. Remco Evenepoel, primero, y Carlos Rodríguez, después, pasaron por apuros, pero Ineos calmó las aguas.

Aún hubo espacio para más intentonas, coincidiendo con el paso por los únicos obstáculos de cuarta categoría -Blachon y Simacourbe-, donde se mostró especialmente activo Education First, por mediación de Ben Healy y Richard Carapaz, pero la carrera ya estaba lanzada y no iba a permitir más aventuras que llegasen a buen puerto.

Hubo alguna más esporádica, pero sin éxito, hasta entrar en la última recta de Pau, en otra llegada accidentada por la tensión con una peligrosa caída incluida y en la que se impuso Jasper Philipsen -segundo triunfo- a un Wout van Aert al que le faltaron metros para remontar y a Pascal Ackermann, que acabó tercero.

LIPPER, EN EL GIRO

Liane Lippert (Movistar) impuso su mejor rush final en el trío de escapadas que llegaron al final escarpado de Chieti sobre la estadounidense Ruth Edwards (Human) y la italiana Erica Magnaldi (UAE). De dicha fuga también formó parte Ane Santesteban (Laboral Kutxa), pero la guipuzcoana no pudo aguantar el ritmo y quedó descolgada a cuatro kilómetros de meta.

La alemana fue la más rápida de la sexta jornada del Giro, una etapa marcada por el calor -hasta 34 grados- y la primera de las tres montañosas con las concluirá y se decidirá la ganadora final de la corsa rosa. «Es increíble. Hemos tenido un día de mucho calor y he tenido que tirar mucho de fuerza mental. Suelo llevar bien el calor, pero nunca se sabe. Salió bien el plan y estoy super feliz», declaró la germana.

Elisa Longo Borghini (Lidl-Trek) aguantó bien el liderato que lleva ostentando desde la primera jornada, con solo dos segundos de ventaja sobre Lotte Kopecky (SD Worx). Hoy se disputa la etapa reina de este Giro, con final en el Blockhaus, puerto de categoría especial con 16,3 kilómetros al 8%, tras subir el Passo Lanciano.