España e Inglaterra representan a los dos campeonatos ligueros con mayor seguimiento a nivel mundial, pero su palmarés en el torneo de selecciones del viejo continente es muy distinto. De hecho, el resultado de la final de esta Eurocopa, bien caiga del lado de los de Luis de la Fuente o de los de Gareth Southgate, ya va a deparar un dato histórico.

Si es la escuadra hispana la que consigue hacerse con el título, se convertirá en el combinado que más entorchados sumará, llegando al cuarto, tras los logrados en las ediciones de 1964, 2008 y 2012, adelantando a Alemania. Si, en cambio, es el bloque inglés el que se hace con la victoria, estrenará su vitrina con un campeonato que se le viene resistiendo, como le ocurrió hace tres años frente a Italia.

Una estadística tan diferente como lo son los méritos acumulados por ambos conjuntos para haber alcanzado la ansiada final. Mientras España ha tenido un recorrido inmaculado -firmó un récord del torneo en las semifinales frente a Francia de seis triunfos consecutivos-, Inglaterra ha necesitado de tres victorias en el tramo final -alguna de ellas, agónica, como fue frente a Eslovaquia- para superar las otras tantas eliminatorias que le han llevado hasta el último encuentro.

DUELOS DE ALTO NIVEL

El choque va a deparar toda una serie de duelos individuales al más alto nivel, esos minipartidos que, con acciones puntuales, pueden inclinar la final de un lado u otro. Ambas selecciones disponen de piezas con la calidad suficiente como para desequilibrar la contienda en una jugada particular, especialmente en lo que se refiere a sus costados ofensivos. Del baile que formarán las parejas Shaw-Yamal, Walker-Nico, Carvajal-Foden y Cucurella-Saka pueden depender gran parte de las opciones de uno y otro equipo.

Sin olvidarnos del control en el medio campo, donde se verán las caras un dueto que representa la actual globalización futbolística. Un español, Rodri, que triunfa en la Premier, y un inglés, Bellingham, que hace lo propio en LaLiga. La capacidad goleadora hispana -13 goles- y física en la presión frente a la disposición mental y eficacia inglesa de llegar a los finales de partido más enteros que el rival.

Y no todo es ataque, los pupilos de De la Fuente son quienes más faltas cometen, pero, sobre todo, los que más balones recuperan, algo que les permite disponer de más posesión que el adversario. Una faceta en la que Inglaterra también quiere imponerse, como ya se vio frente a Países Bajos, un duelo en el que el juego de los pross subió varios enteros.

Es, además, la oportunidad de una nueva reválida para los pross, después del batacazo que sufrieron en Wembley en 2021 tras perder la tanda de penaltis. Para España, con toda una generación de jóvenes jugadores, puede suponer iniciar un nuevo ciclo victorioso como lo fue entre 2008 y 2012.