Mucho se estaba hablando de la calidad del agua del Sena incluso meses antes de comenzar los Juegos Olímpicos. La organización de la cita olímpica, además de ponerse el reto de celebrar al aire libre la Ceremonia de Apertura, también quiso elevar la tensión programando algunas pruebas acuáticas en el río Sena. Sin duda, es un paraje inigualable para los competidores. Sin embargo, un reto de tal magnitud trae consigo las dificultades, las cuales consisten en que en vísperas de competir aún no se han solventado los problemas de contaminación. Los análisis de los últimos dos días en el río «no ofrecen suficientes garantías» a causa de la lluvia que cayó el viernes y el sábado y el Comité Organizador (COJOP) insiste en que «la prioridad es la salud de los atletas», por lo que suspendieron los entrenamientos justo en los días previos a la disputa del triatlón.

En cualquier caso, el COJOP y la Federación se muestran optimistas al señalar que «dadas las previsiones meteorológicas» de las últimas 48 horas, en las que no ha llovido y tampoco se espera precipitaciones hasta el miércoles, confían en que «la calidad del agua volverá a situarse por debajo de los límites antes del inicio de las competiciones», que es hoy mismo, con el triatlón.

MÁS DUDAS QUE CERTEZAS

A pocas horas de comenzar a competir, en el equipo dirigido por el vizcaino Iñaki Arenal había más dudas que certezas. Los triatletas esperan que se pueda celebrar la competición al completo y que no se suprima la prueba de natación. «Eso dañaría la imagen del triatlón, espero que no ocurra, se podría cambiar de día. El duatlón es otro deporte. Estas cosas son a veces un riesgo, sobre todo en aguas abiertas, a veces pasan. Estamos tranquilos, nos levantaremos mañana para competir», dijo Antonio Serrat.

Por su parte, Iñaki Arenal, en declaraciones previas a estas dos cancelaciones de entrenamiento, dijo tajante que «si se baña la alcaldesa de París, nosotros nos tiramos de cabeza». En primera instancia, no parece que su opinión coincida con la de la World Triathlon, pues han reiterado que la salud de los deportistas es una prioridad, una idea con la que encaja Miriam Casillas pero que incide en que se «garantice la prueba».

En caso de que hoy por la madrugada los niveles de Ecoli superen los 900 por 100 milímetros, existe serio riesgo de que ambas pruebas, la masculina y la femenina, se reduzcan al duatlón, una decisión perjudicial para la imagen de los Juegos Olímpicos dadas las inversiones millonarias realizadas por las administraciones francesas. El gasto acumulado desde 2016 alcanza los 1.400 millones de euros en un ambicioso plan para mejorar la calidad del agua y posibilitar a partir del verano de 2025 el baño en el tramo del río que atraviesa París, algo que no es posible desde hace un siglo.

Tal ha sido la apuesta que el pasado 17 de julio, la alcaldesa de París se bañó delante de las cámaras y de decenas de periodistas junto al responsable del Comité Organizador de los Juegos de París 2024, Tony Estanguet, y del prefecto (delegado del Gobierno) en la región Ile de France, para mostrar que eso era posible. Lo cierto es que a pocas horas de la primera competición, la calidad del agua del Sena sigue siendo un quebradero de cabeza.

CONTAMINACIÓN DE OZONO

Si la lluvia del fin de semana ha condicionado los entrenamientos en el Sena, hay otro factor que puede afectar «el rendimiento de los deportistas». París y su región sufrirán hoy un episodio de contaminación de ozono debido a la ola de calor que procede del sur, según indicó ayer Air Parif, recordando que el ozono es un contaminante especialmente nocivo para el sistema respiratorio.

Las temperaturas aumentarán hoy en París y su región hasta alcanzar máximas de 34-35 grados centígrados, tal y como informó ayer la agencia estatal Meteo France.