Seguidores de la oposición venezolana, que cuestiona la victoria en las urnas de Nicolás Maduro, salieron a las calles para tratar de impugnar las elecciones. En estados como La Guaira o Carabobo, estos manifestantes derribaron al menos cuatro estatuas de Hugo Chávez, según se pudo ver en redes sociales.

Maduro confirmó estos hechos y dejó entrever la mano de EEUU en estas protestas. «Son las típicas imágenes de las revoluciones de colores impulsadas por los gringos en el mundo», destacó. El reelegido presidente recalcó que su Gobierno ya advirtió de que esto podía pasar.

Según la líder antichavista María Corina Machado, principal sostén del candidato opositor Edmundo González, las protestas fueron «expresiones espontáneas legítimas de un pueblo que se niega a que se le robe el futuro frenta un régimen ilegítimo».

Algunas fuentes informaron de la muerte de seis personas, incluido un soldado. Según el Ejecutivo, al menos 23 militares resultaron heridos y hay «decenas de detenidos por acciones terroristas». El último balance oficial de arrestados asciende a 749. Maduro añadió que el 80% de los capturados tienen antecedentes penales y algunos de ellos han retornado a Venezuela en vuelos de deportación de EEUU. «El 90% tienen dos características: están en estado avanzado de drogadicción y están armados», destacó el presidente.

De este modo, dijo Maduro, se han registrado un centenar de ataques a centros de votación, destrucción de material electoral y quema de alcaldías.

GONZÁLEZ INSISTE

Mientras, González siguió lanzando el mensaje de que las elecciones fueron fraudulentas y de que él se impuso en las urnas. «Tenemos en nuestras manos las actas que demuestran nuestro triunfo categórico y matemáticamente irreversible», insistió. Según su versión, logró el 73% de los votos. El CNE, organismo oficial para el recuento electoral, dio a Maduro el 51% y a González, un 44%.

Las autoridades venezolanas informaron de que el CNE sufrió un ataque cibernético para tratar de obstaculizar su labor. También la cadena de televisión Telesur reportó ataques.

MARCHA DE LA ASAMBLEA

La Asamblea Nacional de Venezuela, por su parte, convocó para ayer «una gran marcha hacia Miraflores en defensa de la paz», informó Telesur.

Jorge Rodríguez, presidente de la Asamblea Nacional, llamó a que «desde distintos puntos del país hasta Miraflores se salga a las calles a celebrar la victoria, a preservar la paz y a enfrentar la ola de desestabilización que propone la derecha».

Rodríguez añadió que lo que está sucediendo actualmente en Venezuela es «una réplica de la estrategia de Juan Guaidó, un Plan Guaidó 2.0».

«La propuesta de la derecha no es electoral, sino violenta y homicida. No les importan las elecciones, sino utilizarlas como un medio para obtener sus fines. Por eso cantaron fraude desde antes. El fascismo no recurre a las elecciones, sino como un fin para trata su propuesta violenta», añadió Rodríguez.

REUNIÓN DE LA OEA

En este contexto, la Organización de Estados Americanos (OEA), con sede en Washington, ha convocado una reunión extraordinaria de su Consejo Permanente para abordar los resultados de las elecciones en Venezuela.

La sesión tendrá lugar hoy y ha sido solicitada por varios Estados latinoamericanos que han cuestionado el resultado electoral venezolano.

En respuesta, Venezuela exigió a estos países que retiren inmediatamente a sus representantes diplomáticos. Se trata de Argentina, Chile, Costa Rica, Perú, Panamá, Chile, República Dominicana y Uruguay.

Perú respondió dando un plazo de 72 horas a los diplomáticos venezolanos para abandonar el país.

El Kremlin, por su parte, llamó a la oposición venezolana a aceptar su derrota en las elecciones presidenciales del domingo y a felicitar a Maduro por su victoria en las urnas.

El presidente chino, Xi Jiping, envió ayer un mensaje de felicitación a Maduro por su reelección. «China, como siempre, apoyará firmemente los esfuerzos de Venezuela para salvaguardar su soberanía y dignidad nacionales».