El Ejército de Ucrania utilizó bombas planeadoras GBU-39 de alta precisión, suministradas por Estados Unidos, para atacar el jueves un puesto de mando de pelotón ruso en la región de Kursk, según ha afirmado este viernes la Fuerza Aérea ucraniana.

«Un puesto de mando de vehículos aéreos no tripulados, una unidad de guerra radioelectrónica, diversos equipos, armas y hasta 40 militares rusos fueron alcanzados», escribió el comandante de la Fuerza Aérea de Ucrania, el general Mikola Oleschuk, en su canal Telegram a última hora del jueves. Precisó que el ataque se produjo a las 16.00 del jueves, hora local (15.00 en Euskal Herria).

Un breve vídeo del ataque, que compartió Oleschuk y que probablemente fue captado por un dron, muestra al menos media docena de grandes explosiones y la huida de un vehículo.

La aviación ucraniana ha atacado a diario la logística militar rusa y la concentración de fuerzas en la región de Kursk desde el inicio de la ofensiva en esa zona, utilizando también las armas proporcionadas por sus socios extranjeros.

El martes, un centro de mando subterráneo ruso fue destruido en Kursk por una bomba aérea francesa AASM Hammer, lanzada desde un avión ucraniano, escribió entonces Oleschuk.

RUSIA DERRIBA MÁS DRONES

Por su parte, Moscú afirmó que sus sistemas de defensa antiaérea derribaron en la noche del jueves al viernes un total de siete drones ucranianos sobre las regiones de Bélgorod y Kursk, fronterizas con Ucrania. Así lo declaró el Ministerio de Defensa de Rusia en su canal de Telegram. El parte castrense precisó que cuatro aparatos tripulados fueron derribados en la región de Bélgorod y otros tres en la vecina región de Kursk, escenario desde el pasado día 6 de la ofensiva terrestre ucraniana.

El presidente ruso, Vladímir Putin, acusó ayer a Ucrania de intentar atacar la central nuclear de Kursk e informó de que Moscú ha denunciado este hecho ante el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OEIA).

«El OIEA debe reaccionar de inmediato al acto de terrorismo nuclear perpetrado por el régimen de Kiev», afirmó la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, María Zajárova.

El consorcio estatal Rosenergoatom, operador de las centrales nucleares del país, declaró que la planta de Kursk funciona con normalidad y que los niveles de radiación se encuentran dentro de los parámetros normales.