La Organización Mundial de la Salud (OMS) aseguró ayer que tiene «un compromiso preliminar para pausas humanitarias en áreas específicas» en los ataques israelíes en la Franja de Gaza para permitir que se lleve a cabo una campaña de vacunación contra la polio. La ONU había anunciado que espera vacunar a 640.000 niños en el enclave palestino, donde la enfermedad, que ha encendido todas las alarmas, ha reaparecido después de 25 años erradicada por la desnutrición y el deterioro de las condiciones sanitarias tras casi once meses de ofensiva militar. El 16 de agosto, el Ministerio de Sanidad gazatí confirmó el primer caso de polio en un bebé de diez meses sin vacunar cuya vida está ya en peligro tras paralizarse su cuerpo.

En una rueda de prensa virtual desde Gaza, Rik Peeperkorn, representante de la OMS para los territorios palestinos, explicó que estas pausas humanitarias -que no equivalen a un alto el fuego- durarán ocho horas, desde las 6 de la mañana hasta las 2 de la tarde, ya que es en las horas de la mañana, con la luz solar, cuando las familias se desplazan con más facilidad. La organización pidió a principios de mes una tregua humanitaria.

A FALTA DE CONFIRMACIÓN

No obstante, ni el Gobierno israelí ni su Ejército confirmaron el compromiso, mientras Hamas acogía «con satisfacción» la petición de la ONU de establecer pausas humanitarias para iniciar la vacunación, campaña en la que ofreció cooperación, al tiempo que pedía a la comunidad internacional que «obligue a Israel a cumplir sus obligaciones en virtud del derecho internacional como fuerza ocupante».

Entretanto, las tropas israelíes siguieron adentrándose en Gaza atacando por aire y por tierra el enclave palestino, matando a al menos 20 personas en las últimas horas, según las autoridades sanitarias gazatíes. Ayer bombardearon áreas en todo el territorio, en lo que dicen ser operaciones contra Hamas y la Yihad Islámica, aunque la gran mayoría de los muertos son civiles, incluidos miles de niños. Entre los asaltos de las últimas horas figura el registrado contra una vivienda en la ciudad de Gaza, donde los soldados mataron a ocho palestinos. Los incesantes ataques del Ejército israelí en la Franja ya dejan al menos 40.602 personas muertas, a las que habría que sumar los 10.000 desaparecidos que siguen bajo los escombros.

«DESTRUCCIÓN TOTAL» EN NUR SHAMS

Mientras, la Cisjordania ocupada vivió ayer su segundo día de incursiones israelíes a gran escala, que continúan en Jenin y Tulkarem, donde el Ejército israelí ha matado a al menos 18 palestinos, entre ellos, el comandante de la Brigada Tulkarem de la Yihad Islámica Palestina, el escurridizo Mohamed Jaber “Abu Shujaa”.

Las fuerzas sionistas están dejando una gran destrucción a su paso por Tulkarem. Al menos cinco casas ardieron ayer en el campo de refugiados de Nur Shams, donde la situación humanitaria es «terrible» tras el paso de los soldados, según denunció el jefe del Comité Popular de Nur Shams, Nihad al-Shawish, a la agencia Wafa. Acusó a las tropas de quemar y demoler múltiples casas y comercios hasta «la destrucción total», provocando el pánico, sobre todo entre mujeres y menores, y el desplazamiento de muchas familias.

El Ejército dio por concluida por la tarde su «operación antiterrorista» en Tubas, donde dijo haber desmantelado infraestructura militar y «eliminado a terroristas armados».