El “Carmina Burana” de La Fura dels Baus es ya un clásico de la escena internacional. Tras recorrer tres continentes y ser visto por más de 350.000 espectadores, este espectáculo es ya el mayor éxito de la prestigiosa compañía catalana, al ser el espectáculo con más funciones y tiempo en gira en toda su historia. Bilbo y el Teatro Arriaga son partícipes de ese éxito, no en vano esta superproducción ya pudo verse por estos lares en diciembre de 2018. Ahora, seis años después y con algunos ajustes y mejoras que, dicen, lo hacen si cabe más atractivo, vuelve “Carmina Burana” al teatro bilbaino. Las entradas, entre 22 y 64 euros.

Hoy se ofrecerá la primera de las doce funciones programadas hasta el 6 de octubre en el Arriaga. Estas próximas dos semanas, por tanto, se podrá disfrutar de una gran producción, que conserva la poderosa música de Carl Orff, con dramaturgia y dirección de Carlus Padrissa (La Fura dels Baus). Es un espectáculo trepidante. El espectador, a través de impactantes escenas, efectos especiales e incluso fragancias, se sumerge en la contundente y visceral música del autor alemán, interpretada en directo con la participación de más de 50 artistas en escena.

Sobre el escenario, un cilindro de ocho metros de diámetro envuelve literalmente a los músicos, mientras que las imágenes proyectadas sobre el mismo ilustran la obra de principio a fin: una luna gigante, el deshielo, un éxtasis floral, una vendimia en directo, las tabernas, cantantes colgados de grúas y sumergidos en vino, agua y fuego... esto es Carmina Burana.

El original Carmina Burana es una colección de poemas de los siglos XII y XIII, conservados en un único códice encontrado en 1803 por Johann Christoph von Aretin en la abadía de Benediktbeuern, en Baviera; y que actualmente está preservado en la Biblioteca Estatal de Baviera, en Múnich. El códice recoge un total de 300 poemas, escritos en su mayoría en latín, alemán y francés. En estos poemas se ensalza el placer por vivir y el interés por los placeres terrenales, por el amor carnal y por el goce de la naturaleza, siempre con una mirada crítica y satírica hacia los estamentos sociales y eclesiásticos de la época.

Carl Orff, gran amante de las nuevas tecnologías y sus posibilidades escénicas, compuso su Carmina Burana entre 1935 y 1936, y se basó en 24 poemas del códice original. El título original de la obra, “Carmina Burana (canciones seculares para cantantes y coros para ser cantadas con instrumentos e imágenes mágicas)”, es el punto de partida del espectáculo creado por La Fura dels Baus.