Iñaki IRIONDO
PRIMER PLENO PARLAMENTARIO ORDINARIO DE LA LEGISLATURA EN GASTEIZ

ACUERDOS CON DESACUERDOS Y CONTRADICCIONES

La legislatura arrancó ayer en el Parlamento de Gasteiz con un pleno ordinario que vino a demostrar que hasta dentro de los acuerdos pueden evidenciarse desacuerdos de los firmantes, que además son socios de coalición, y esconder contradicciones que no son pequeñas con las actitudes mantenidas por el mismo partido en otras instituciones.

En la sesión parlamentaria fueron reelegidos los actuales senadores autonómicos.
En la sesión parlamentaria fueron reelegidos los actuales senadores autonómicos. (Endika PORTILLO | FOKU)

Resulta que una de esas iniciativas parlamentarias, que el presidente del EBB, Andoni Ortuzar, calificó de «agresiones» desde Zarautz, ha resultado ser una base para el acuerdo, y que el «guante de seda» no tenía el «puño de acero» del que habló el lehendakari, Imanol Pradales, sino una mano tendida. Y la situación de Ordaintzea, que la pasada legislatura fue campo habitual de batalla plano tras pleno, dio lugar ayer a un primer acuerdo entre los grupos del Gobierno y EH Bildu.

A partir de una iniciativa de Rebeka Ubera, se alcanzó un consenso con PNV y PSE en el que se insta al Departamento de Salud a finalizar los procesos de consolidación de las actuales Ofertas Públicas de Empleo de Osakidetza y a «revisar» el modelo actual de las convocatorias de OPE.

Ninguno de los firmantes oculta sus desconfianzas y prevenciones. Ubera, de EH Bildu, aseguró que «es un acuerdo que hay que cumplir con hechos. Vemos que se ha producido un cambio en el Gobierno Vasco. La base es buena y ahora hay que cumplirla. Nosotros trabajaremos para que se cumpla, haremos un seguimiento y, si no se cumple, pediremos cuentas».

Por su parte, el parlamentario del PNV Jon Aiartza dijo «confiar» en que EH Bildu «mantenga la actitud» de acuerdo, pero no ocultó tampoco que tiene la «duda» de que «pueda aprovecharlo para hacer una utilización partidista». Ekain Rico, del PSE, saludó que EH Bildu suscribiera el acuerdo y deseó que «se mantenga en el tiempo», añadiendo que «para la empresa que hay por delante se requieren valientes», y planteando que el lugar para avanzar es la Mesa del Pacto por la Salud.

ERTZAINAS RUIDOSOS Y PENSIONISTAS

Los plenos del Parlamento de esta legislatura han arrancado como acabaron las de la anterior, con sindicatos de la Ertzaintza protestando en el exterior haciendo mucho ruido. Esta vez eran los de la Unidad de Acción, que se mantiene al margen de Ertzainas en Lucha-Euspel.

También hubo una concentración de centenares de integrantes del Movimiento de Pensionistas de Euskal Herria para entregar la propuesta de Iniciativa Legislativa para que en la CAV se complementen las pensiones mínimas hasta equipararlas con el SMI.

EL PNV SE HACE UN LÍO CON VENEZUELA

La primera propuesta política que se debatió para inaugurar esta legislatura fue una conjunta de PNV y PSE «en relación con los acontecimientos que se vienen sucediendo tras las elecciones presidenciales celebradas el pasado 28 de julio en Venezuela». En su opinión, era importante empezar así por una cuestión simbólica y para que se aprobara en este momento, puesto que en enero se tiene que oficializar la elección presidencial.

La proposición no de ley conjunta de PNV y PSE, aprobada finalmente con su mayoría absoluta, muestra la solidaridad con la diáspora en la CAV y la preocupación por la situación allí, y pide el fin de la represión y la publicación de las actas electorales, exigiendo «respeto a la voluntad del pueblo venezolano», que «sigue siendo la única vía para el restablecimiento de la democracia en Venezuela y la resolución de la actual crisis huma- nitaria y socioeconómica».

A nadie se le escapó que el PNV no quiso dar en Gasteiz el paso que sí dio en el Congreso de los Diputados, de la mano del PP, cuando exigió al Gobierno de Pedro Sánchez «reconocer a Edmundo González Urrutia como el legítimo ganador de las elecciones presidenciales del 28 de julio de 2024 en Venezuela y, por tanto, como presidente electo y legítimo de Venezuela».

Se lo recordó y reprochó la parlamentaria del PP Laura Garrido, que ofreció al portavoz jeltzale, Mikel Arruabarrena, un receso para llegar a un acuerdo, puesto que en su enmienda incluían ese mismo pronunciamiento.

El PNV lo rechazó, aduciendo que una declaración así no se iba a aprobar en el Parlamento, entre otras cosas porque su socio de gobierno, con el que firmaban un texto común, no está de acuerdo.

Y ahí es donde se va viendo el lío que el PNV se hizo con esta propuesta. El núcleo de la intervención de Arruabarrena fue que «Maduro es un dictador, y las elecciones las ha ganado la Plataforma Unitaria. El presidente electo −que ha de ser investido el 15 de enero− es Edmundo González Urrutia. Y no cabe desde la honestidad intelectual ni política una interpretación distinta». E insistió en que «a la vista de todos los indicios», la ciudadanía «ha votado abrumadoramente a favor de González Urrutia para que sea el próximo presidente de Venezuela».

Si esto es así, para qué «solicita» en su texto conjunto con el PSE a «las autoridades venezolanas la publicación de todas las actas de escrutinio electorales para que puedan ser escrutadas por la Comunidad Internacional».

Desde ese punto de vista, es más coherente el PP, que afeó al PNV que «las actas ya están publicadas por la oposición» y «no caben medias tintas», de modo que reconocer la victoria de Edmundo González «es un paso fundamental para poner fin a la dictadura».

Pero hay más lío. Puesto que mientras el jeltzale Mikel Arruabarrena demandaba de palabra -que no con hechos- el reconocimiento de Edmundo González, su compañero de coalición y propuesta, Jorge Juez, del PSE, tuvo que recordar que «una nación no puede nombrar presidente a uno u otro candidato en otro Estado, por mucho que el Congreso, el Senado, la Asamblea o cualquier otra institución lo acuerde o lo declare».

VENEZOLANOS DIVIDIDOS

Las discrepancias entre el PP y el tándem PNV-PSE se extendieron a los invitados venezolanos que acudieron a la Cámara. La mayoría, unas quince personas, agrupada en Plataforma de Venezolanos en Euskadi, comparecieron tras el pleno con Arruabarrena y Juez, tratando de huir de la división vista dentro y poniendo en valor que «se está levantando la voz por el respeto a los derechos en todas las instituciones del mundo».

Pero la Asociación de Venezolanos en Álava, unas cinco personas, se presentaron ante la prensa con el presidente del PP vasco, Javier de Andrés, afirmando que no estaba satisfecho con el resultado del debate, que calificó como un paso atrás lo conseguido en el Congreso de los Diputados.

DIFERENCIAS SOBRE LOS BILBAINOS DETENIDOS

El PP también echó en cara a PNV y PSE que no pidan «la liberación de todos los presos políticos, y en concreto la de los ciudadanos vascos Don José María Basoa y Don Andrés Martínez Adasme, encarcelados por el régimen chavista bajo la acusación de espionaje y conspiración contra el dictador Nicolás Maduro».

Arruabarrena y Juez aclararon que cuando presentaron la propuesta los dos bilbainos no habían sido detenidos y no cabía una «autoenmienda» sino presentar otra propuesta que hubiera evitado que el tema se tratara en el primer pleno, lo que no es del todo cierto. Lo que sí es verdad es que mientras el PSE defendió ayer «la liberación de todos los presos políticos, entre ellos, nuestros dos vecinos de Bilbao injustamente encarcelados», los jeltzales solicitaron «el más escrupuloso respeto a sus garantías procesales», que no es lo mismo.

SOCIOS DE GOBIERNO DISCREPANTES

El caso es que en estas últimas semanas, PNV y PSE no paran de dar muestras de sus discrepancias. La consejera jeltzale María Ubarretxena habló de nuevo estatus y Ekain Rico le corrigió diciendo que el acuerdo de gobierno habla de nuevo estatuto. Y el secretario general del PSE, Eneko Andueza, el de Gipuzkoa, José Ignacio Asensio, y la portavoz en JJGG, Arritxu Marañón, aclararon al PNV que no se puede tener una mayoría para gobernar y otra con EH Bildu en «cuestiones identitarias».

Pero se está viendo que PNV y PSE tampoco están de acuerdo en vivienda, en transporte público, ni -según le dijo el jeltzale Xabier Barandiarán a la consejera María Jesús San José- en algunos aspectos del los planes del Departamento de Justicia y DDHH, que aseguró «no están recogidos en el acuerdo de Gobierno».

BOTÓN DE MUESTRA EN LA ELECCIÓN DE SENADORES

El pleno de ayer comenzó con la elección de los tres senadores autonómicos que corresponde elegir al Parlamento de Gasteiz. Fueron reelegidas y reelegido los tres actuales: Estefanía Beltrán de Heredia (PNV), Idurre Bideguren (EH Bildu) y Alfonso Gil (PSE)

Pero la anécdota o botón de muestra de la idiosincrasia de algún grupo es que hubo que votar dos veces (con llamamiento a cada parlamentario y papeleta en la urna). El reglamento exige que para ser elegido el candidato tenga al menos el apoyo de 19 votos. Si no, hay que repetir. PNV y PSE suman 39, con lo que podían haber elegido a la primera a Estefanía Beltran de Heredia con 20 papeletas y a Alfonso Gil con 19. Pero, ¿qué hubiera ocurrido entonces? Que en el diario de sesiones se habría reflejado que la senadora con más apoyo fue Idurre Bideguren, de EH Bildu, con 27 votos.

Así que en la primera votación Estefanía Beltrán de Heredia e Idurre Bideguren sumaron 27 papeletas, y Alfonso Gil se quedó en 12. Y en la segunda, 15 jeltzales se sumaron a los del PSE, y así los tres acabaron empatados a 27.

Habrá quien piense que son como criaturas. A ver cómo evoluciona el curso.