La presentación del acto y la lectura del alegato corrieron a cargo de Jazint Ramirez y Ainara Ladron -respaldados por la bertsolari Alaia Martin, los exdeportistas Mikel Labaka y Mikel Astarloza, el actor Ramon Agirre y los representantes de EH Bildu Bakartxo Ruiz y Sabino Cuadra-, dos jóvenes en espera de juicio en otro proceso de las mismas características que el del sumario 26/11. «Estos 40 jóvenes anunciaron el sábado pasado que hoy sería el día del alegato final, concretamente el día en el que les corresponde la última palabra [a consecuencia de los retrasos de última hora, la vista oral se prolongará hasta el martes]. Y para eso estamos aquí, precisamente, para dar a conocer ese alegato y las personas que lo hacen suyo», señalaron.

Esta iniciativa ha sido consecuencia de un trabajo previo realizado con gente referencial de diferentes ámbitos para «traer y hacer escuchar la proclama de la mayoría vasca, la proclama del nuevo nosotras y nosotros». Añadieron que los jóvenes encausados «creen firmemente que la última palabra del juicio no les pertenece a ellos, sino a todas aquellas personas que apuestan por un futuro de solución para este pueblo; el nuevo nosotros y nosotras». A ello responde el hecho de que el último alegato no se haya pronunciado en el tribunal y no haya salido por boca de los jóvenes imputados, porque «ésta última palabra corresponde a la sociedad vasca».

En este sentido, dieron a conocer quiénes son las 40 personalidades vascas que hacen suyo el alegato final de los jóvenes independentistas, entre quienes se encuentran Jose Luis Korta, Begoña Errazti, Mikel Aranburu, Jesús Eguiguren, Toti Martínez de Lezea...

Puentes en lugar de muros

Tras la exposición de los motivos por los que los jóvenes procesados se negarán a hacer valer su derecho al alegato final en Madrid, procedieron a la lectura «de la nueva mayoría, del nuevo nosotros y nosotras». Un documento que también se va a leer en distintos puntos de Euskal Herria como muestra del apoyo popular recabado.

«Queremos construir puentes donde antes solo había muros», comenzó a leer en castellano Ladron, para luego comentar que el nuestro ha sido «un pueblo de bandos y puede que, en cierta manera, siga siéndolo». No obstante, en el alegato se subraya que, «tras más de dos años de pasos que buscan un escenario democrático», se ha construido un nuevo sujeto, «un nuevo nosotros, ciudadanos que apostamos por un futuro de paz y justicia».

Por ello, tras advertir de que «enrocarse» en una estrategia «antiterrorista» es un ataque directo a la construcción del futuro del país, consideran que el juicio en el que están inmersos «es un anacronismo que se sitúa fuera de tiempo y de lugar». «Este juicio crea frustración, mucha frustración, y la ciudadanía anhela ilusión», manifestaron.

Al mismo tiempo, hicieron hincapié en que existen razonamientos jurídicos suficientes para que este proceso «suponga un paso para la paz, en lugar de una piedra de guerra».

«La justicia se debe aplicar en términos de transición hacia un nuevo tiempo», reivindicaron antes de incidir en el hecho de que durante el proceso la acusación haya presentado como pruebas de cargo actos que no son delictivos. Por todo ello, reclamaron «la nulidad del procedimiento, la absolución, el sobreseimiento, o la forma que mejor convenga, pero queremos a estos cuarenta jóvenes libres».