Un partido en las antípodas
Ezkurdia y Zabaleta se consolidan en el liderato tras imponerse con autoridad a unos Olaizola II-Beroiz que no encuentran recursos para sumar su primer punto.
OLAIZOLA II - BEROIZ 11
EZKURDIA - ZABALETA 22
Aunque hace apenas tres semanas resultara impensable, el partido de ayer en el Labrit fue el reflejo de una clasificación que confirma a Ezkurdia-Zabaleta como solidísimos líderes, con Olaizola II-Beroiz, una de las grandes favoritas, en sus antípodas; con tres derrotas en otros tantos partidos disputados.
Y ni el marcador de ayer en la Bombonera ni la tabla clasificatoria aceptan matices, no al menos en cuanto a sus dos vértices. Y es que, la propia pareja de la Sakana fue la primera que el año pasado venció a Aimar -con Begino sustituyendo a Aretxabaleta- en el propio Labrit, pero aquella vez lo hicieron a base de pelotazos y ayer sumaron otras muchas cualidades a esa potencia innata de los de Aspe.
Porque los dos jóvenes talentos han aprovechado la experiencia para evolucionar y eso se nota, sobre todo en defensa, con los movimientos para abarcar cancha mucho más coordinados, con la impresionante volea del de Arbizu como recurso de auténtico lujo, que le sirve para pasar al ataque como en el estratosférico 9-15, cruzado con los pies en el cuatro y medio. Y todo ello sin perder un ápice de poder en sus golpeos.
Por contra, por mucho que Beroiz diera ciertos síntomas de mejoría, y eso que perdió, sobre todo al principio, alguna pelota clara, se vio dominado en todo momento por el golpe de sus rivales. En esa tesitura, solo el Aimar de las grandes citas podría salvarles y el de Goizueta no pasa por su mejor momento.
De principio a fin
Comenzó sin punch en el gancho y errático, motivo que hizo que nos fijáramos en el vendaje neuromuscular de color carne que el de Goizueta trató de disimular en la parte posterior de su cuello, cuando el marcador mostraba un sonrojante 2-8.
Poco a poco, y a base de tomar riesgos al entrar en posturas muy forzadas, Olaizola II logró arrimarse en el marcador 7-10 y 8-11, pero el bote que adquirió una de las pelotas acrecentó el dominio ejercido por los azules en el peloteo, con un impresionante rebote de Zabaleta como rúbrica a un partido desigual.