Temporal huracanado en Zurbano
Los gasteiztarras desarbolaron al Armani Milano con 61 puntos en la primera parte, récord de la Euroliga desde la campaña 2000/01.
LABORAL KUTXA BASKONIA 102
ARMANI MILANO 83
Se anuncia temporal en Euskal Herria. Viento, olas de siete metros, lluvia y nieve al nivel del mar. Pero a esas predicciones le faltaba el elemento huracanado, ese elemento que compareció anoche en el Buesa Arena para desarbolar a un Armani Milano que se dejó el paraguas de marca en la Lombardía.
No está mal empezar un partido anotando 10 de los 11 primeros lanzamientos, nada mal. Ante un Armani Milano no muy atinado y poco tenso, Laboral Kutxa Baskonia hizo sangre a base de acierto. Daba igual que los ataques fueran buenos o no, que los sistemas salieran o no o que el tiempo de posesión se agotase, los de Ibon Navarro lanzaban y anotaban. Sobre todo un Davis Bertans que, cuando fue sustituido -por petición del jugador, según Ibon Navarro- llevaba ya 16 puntos y un inmaculado 6 de 6 en tiros de campo - y 9 de 9 en triples, contando los cuatro de ayer a los cinco que le clavó al Barcelona-.
Doblar a la escuadra lombarda fue una constante del primer cuarto, desde el 20-10 con el que abandonó Bertans la cancha al 34-18 del final del primer cuarto, cerrado por un triple «ignorante» de Adams. En total, 12 de 15 en tiros de campo frente a un 5 de 15 rival, en el que únicamente Gentile daba la cara.
Lo cierto es que las huestes baskonistas no le debían nada a la escuadra lombarda, pero desde luego que Armani Milano le facilitaba las cosas al Baskonia. No había manera de entender el ataque de los de Luca Banchi, sobre todo cuando Brooks o Ragland decidían hacer de su capa un sayo y percutir con más fuerza que cerebro. Enfrente, un Baskonia menos exuberante seguía haciendo pupa a su rival, primero con muy buenas acciones de Tillie -un matazo y un triple-, o las penetraciones de Causeur y Mike James.
Algunos jugadores del Armani Milano tuvieron hacia el final del segundo cuarto un ramalazo de vergüenza torera. Samardo Samuels, aprovechándose de que los árbitros decidieron no pitar demasiado, lideró una pequeña reacción lombarda, que tuvo en los triples de Gentile y Kleiza sus lugartenientes.
Armani Milano se arrimó 47-35, pero tras el pertinente tiempo muerto de Ibon Navarro, el Baskonia puso las cosas en su sitio. Mike James lideró un parcial de 14-5 para llegar al receso 61-42 -cerrado por un triplazo de James-, siendo esos 61 puntos el récord de anotación en una primera mitad en la Euroliga desde la campaña 2000/01.
Idas y venidas
No hubo más partido, por mucho que Gentile se ganara una técnica por protestar, que Moss hiciera todas las faltas del mundo y que Samuels engordara sus números, amén de pegarse con Begic, Iverson -que se retiró dolorido tras un «recado» del bueno de Samardo- y un Ilimane Diop que dejó muestras de sus cosas buenas y malas.
Ante un adversario roto, los de Ibon Navarro continuaron a lo suyo, manteniendo la renta por encima de los 20 puntos. Hubo jugadas para todos los gustos, tanto buenas como ridículas. Total, que el Baskonia no solo alcanzó otra vez los 100 puntos, sino que sumó otra victoria, la segunda del Top 16, fruto de un huracán de 20 minutos.
Navarro: «Estamos en un momento dulce delante»
Ibon Navarro no quiso lanzar las campanas al vuelo. Recalcó la necesidad de corregir la faceta del rebote defensivo, o un par de malos minutos en la primera mitad y los seis finales, aunque en líneas generales no podía ocultar su satisfacción.
«Hemos jugado un baloncesto muy bueno, ante todo en la primera mitad. Estamos en un momento dulce delante, nos pasamos bastante bien el balón y buscamos las mejores opciones sobre todo a campo abierto. Lo mejor de la segunda parte ha sido nuestra salida en el tercer cuarto. Sabíamos cómo iban a salir ellos, y no les hemos esperado, sino que hemos trabajado atrás, estando duros. Y así nos hemos divertido y hemos divertido también a la gente», explicaba el preparador gasteiztarra.
Con todo, Ibon Navarro quiso incidir en que «aún hay cosas por mejorar aunque estemos con mucho acierto. Hay momentos de desconexión en ataque, también provocados por las características de nuestros jugadores, que piensan más en anotar un punto de más que pasarnos más el balón». A. G.