El que fuera referente culé Josep Samitier sostenía que «si el fútbol fuera negocio ya se habrían quedado con él los bancos». Por el momento, y solo de momento, se van haciendo con él las gasísticas, los jeques árabes, los millonarios asiáticos, siempre y cuando les sea rentable. Porque negocio, parece claro que es un negocio, o mejor, un diversificado negocio. Ángel Cappa afirmaba en esa misma línea que «el negocio se metió en el fútbol cuando se dio cuenta que ninguna otra cosa le daba tantos clientes como el fútbol», y Marcelo Bielsa filosofaba con que «si algo ha obstaculizado la comunicación con la gente, ha sido el negocio periodístico».

La primera liga profesional de fútbol de Estados Unidos (de 1919 a 1921) pagaba 35 centavos a los jugadores por cada gol anotado. Este pasado fin de semana el balón -el esférico, ese que debe tener una circunferencia entre 68 y 70 centímetros, y un peso entre 410 y 450 gramos, menos para los dibujantes de ``Oliver y Benji''- volvió de nuevo a rodar en la Mayor League Soccer. Hace 21 años, Estados Unidos, cuna de tantos y tantos deportes, vio nacer la que sería la liga que le faltaba, la del fútbol. La del 1996 sería la primera temporada de la Major League Soccer. Antes hubo otros intentos, que finalmente fracasaron. En los albores de esos inicios se dejaron ver algunos jugadores vascos, como entre 1967-69 el guardameta donostiarra de nacimiento y cordobés de adopción Juantxo Benegas en el Toronto canadiense o un año después el azkoitiarra Miguel Iguaran en los Falcons, ambos de la mano de Ladislao Kubala.

Allí, en la tierra donde dicen todo es posible, dejó también su impronta el mito en rojiblanco Carmelo Cedrún. Lo hizo en el Baltimore Bay, una oferta que le llegó cuando estaba a punto de colgar los guantes, con 37 años. El durangarra se las sabía todas y como rememora José Ignacio Corcuera en la revista de historia futbolera CIHEFE, aterrizó «graduado como pícaro cervantino». Según narra, «frecuentemente saltaba al campo con un alfiler oculto en el dobladillo del pantalón. Si ganaban y los contrarios les tenían embotellados, pinchaba la pelota cuantas veces hiciera falta, arañando, así, preciosos minutos».

Su edad podía ser un hándicap ante sus nuevos dueños, así que «se agenció un pasaporte y fe de vida donde solo confesaba 28 primaveras, subió al avión y defendió el nuevo marco. `Cobré 20.000 dólares, fuimos subcampeones y pretendían renovarme por otra temporada más', dijo a su vuelta. `Pero no estoy loco. Voy disparado hacia los 40 años, aunque allá crean otra cosa, y por mucho que haya jugado allí 48 partidos, me faltan reflejos. Toca decir adiós'».

La nueva MLS norteamericana ha arrancado envuelta en fuegos artificiales, tambores y cornetas. Nada menos que 62.000 espectadores se dieron cita para presenciar al Orlando City del brasileño Kaká -al que podría llegar Mario Balotelli a final de la temporada inglesa- frente el New York City del Guaje Villa, ambos con el brazalete de capitanes. Y los cada vez más aficionados al esférico en aquel país esperan con ansias la llegada en verano de los Gerrard o Lampard. Hasta 51 jugadores ingleses han cruzado el charco a lo largo de la historia para jugar en Estados Unidos; 24 de ellos lo han hecho en los últimos cinco años. Un mercado en ciernes, o dicho de otra manera, un negocio. Tanto que la cadena Sky Sports, por primera vez, emitirá esta temporada en la que debutan Orlando City y el citado New York City, franquicia estadounidense del Manchester City. Un club en Atlanta se unirá en 2017 y David Beckham continúa trabajando en sus planes de dotar de un equipo a Miami.

El pasado curso la competición obtuvo sus mejores medias de aforo, con 19.149 por choque, destacando la hinchada de los Seattle Sounders, la más numerosa, que paga a gusto por una entrada con nachos incluidos y fuera degusta unos perritos calientes en el aparcamiento. En el graderío, en cambio, los mejores han demostrado ser los seguidores de los Timbers de Portland, cuyos tifos y cánticos no tienen nada que envidiar a los de muchas ligas europeas.

Primera jornada de la MLS, primer duelo canadiense para estrenarse, con goles para el Toronto FC de dos viejos conocidos del Viejo continente como Altidore, ex de Villarreal entre otros, y Giovinco, ex de la Juventus; el icono Clint Dempsey que sigue haciendo goles; Kaká -32 años- que ganará 7,5 millones de dólares frente a más de la mitad de jugadores cuyo tope salarial es de 60.000... 20 equipos, 34 partidos cada uno, dos conferencias, una final... Y sabiendo que como le ha sucedido al camerunés Ambroise Oyongo, tu equipo te puede traspasar a otro y que tú te enteres vía Twitter mientras disputas la Copa de África. «Cuando un jugador llega a la MLS debe saber que ya no es dueño de su destino», resumió la situación su representante. Esto es América. Y que no se queje, cuando el sueco Stefan Schwarz firmó su contrato con el Sunderland en 1999, una curiosa cláusula le prohibía... ¡viajar al espacio!

Zeman vuelve al Cagliari

Y esto es el Calcio. «La Società comunica che la guida tecnica della squadra rossoblu è stata affidata a Zdenek Zeman e al suo staff». Vamos, que el Cagliari -donde se forjó el mítico Gigi Riva- que había despedido al veterano entrenador checo hace diez partidos para dejar las riendas del equipo en quien fuera jugador de la tierra Gianfranco Zola, acaba de desandar lo andado y antepenúltimo, el club sardo vuelve a llamar a Zeman, que a sus 67 años firma su 21º contrato profesional, 16 equipos distintos, 34 temporadas... y 10 despidos. Uno de los pocos últimos románticos en un fútbol italiano en el que siempre es posible obtener un mejor resultado que tu rival jugando peor que él, que diría Arrigo Sacchi.

Zdenek Zeman ha vuelto. Mejor dicho, nunca se fue, desde que en 1968 la entrada de los tanques soviéticos en su Checoslovaquia le cogiera de visita a su tío en Palermo. No tiene la verborrea de Marcelo Bielsa, es más, fuma sin cesar, es el Lucky Luke del Calcio, pero le gusta el fútbol valiente, preciosista, el mismo que le encumbra o con el que se estrella. «Ganan porque a mi abuelo, que en paz descanse, le ponen a entrenar a sus equipos y seguirían ganando», en alusión a Mourinho y Capello. «El fútbol debería salir de las farmacias», se granjeó mil y un enemigos cuando puso en duda la limpieza de la liga. «Yo seré un romántico, pero creo que los entrenamientos son más importantes que la química», sostuvo, y luego el tiempo le dio la razón.

Su último banquillo fue el del Cagliari, al que ahora vuelve. El Calcio es así. Quien sabe si como cantara Joaquín Sabina, «al lugar donde has sido feliz no debieras tratar de volver». Zeman lo hace. Fue feliz. A pesar de todo. «Se dice que he ganado poco pero yo siento que he ganado mucho porque tengo el cariño de la gente, que es lo más importante», se defiende.

Como solidaridad ha despertado el Parma, al que finalmente la mayoría del resto de clubes le prestará 5 millones de euros del fondo de multas pagadas a la liga, para que pueda acabar la temporada. De momento, este fin de semana empató. Como la Roma, otra igualada más, ocho en nueve partidos, y la Juventus que se va de manera definitiva, gracias a un golazo del francés Pogba a falta de cuatro minutos.

También se estrenó Samuel Eto´o, 34 añitos, marcó, celebró el gol con la cámara de un fotógrafo y luego paró el juego para atarle las botas al portero rival. Como Luca Toni, volvió a la Serie A para jubilarse, pero este sigue perforando redes. A sus 37 años, en San Siro, anotó un gol de cucchiaio desde el punto de penalti en el empate del Verona contra el cada vez más triste Milan. Undécimo gol esta temporada y ya es máximo goleador italiano entre tanto argentino, como Icardi, nuestro Mauro, que marcó de penalti en el 86, a lo Panenka. Genio y figura.

La mascota del FC Köln

Aunque para gol de la jornada europea el del ghanés Anthony Ujah. Uno de sus tantos permitía al FC Köln poner fin a una racha de cinco derrotas seguidas y ganar 4-2 al Eintracht Frankfurt. Tal era su alegría que no se le ocurrió otra cosa que agarrar a la mascota del club, Hennes VIII, una cabra por más señas, y tirar de su cornamenta. Pidió perdón luego y seguro que se disculpó ante el animal con algún regalo, pues era su cumpleaños esta semana. Desde 2008 es heredera en octava generación de Hennes I, la cabra regalada al club alemán por un circo que en 1950, dos años después de la fundación del club, visitaba la ciudad de Renania del Norte-Westfalia.

El escudo originario de la entidad recoge la imagen del símbolo de la ciudad, su imponente catedral, en la que se cuenta reposan los cuerpos de los Reyes Magos. Pero hoy, la cabra -cuyo primer ejemplar se conserva disecado en el museo del club- ocupa un lugar predominante en ese emblema, es santo y seña a la vez, Hennes, en honor al exfutbolista y exentrenador en la década de los años cincuenta, Hennes Weisweiler.

La mascota del Dortmund se llama `Emma' y es una abeja, si bien su futuro recolector puede estar en entredicho. ¿Se acuerdan de las caretas con las que Reus y Aubameyang celebraron sus goles la anterior jornada? Han servido para que el club ponga a la venta camisetas de `Batman y Robin' y dos figuritas de ellos al precio de 20 euros. Y Samitier que decía que el fútbol no era un negocio. Al menos, siempre nos quedarán casos como el bretón Guingamp, 7.400 habitantes, en la Ligue 1 y semifinalista de la Coupe... Allez...