GUADALAJARA 29

ANAITASUNA 35

Anaitasuna sumó el triunfo con más comodidad de la esperada en un partido encarrilado antes del descanso, con los 20 goles de 26 lanzamientos a portería de los navarros, con un estratosférico 77% de acierto que marcaría el resto del partido. No es que Guadalajara anduviera muy lejos (13 de 18, 72%), pero tiró muchas menos veces a gol, y la ineficacia de los porteros de ambos equipos acabó beneficiando al equipo navarro, que tuvo en sus extremos Gastón y Chocarro dos estiletes, con ocho goles entre ambos, la mitad a la contra.

Tras el descanso Anaitasuna aguantó bien la primera embestida alcarreña, con Nadoveza cogiendo el testigo anotador y pese a la exclusión de Ibai Meoki pasado el minuto cinco, tras hacer penalti al pivote irundarra Peciña, que el especialista brasileño Chiuffa, máximo goleador del equipo pero completamente desaparecido ayer, lanzó fuera.

Pasado el minuto 40 Anaitasuna alcanzaba su máxima ventaja de diez goles (17-27), pero entre unos momentos de relajación y la reacción desesperada del Guadalajara, apoyada en las paradas de su portero brasileño Almeida (mucho mejor en la segunda mitad), el equipo local pudo correr al contraataque y reducir distancias tras un 5-0 en seis minutos en que Anaitasuna no pudo marcar, volviendo a meterse en el partido, aunque la diferencia seguía siendo muy notable (22-27). Los navarros, tras un tiempo muerto, decidieron que no podían desaprovechar la oportunidad y volvieron a aumentar la ventaja (22-30), a diez minutos del final.

El Guadalajara echó el resto, con los goles de Ramos y Eduard Reig, pero solo le valió para acercarse hasta el 26-31, mientras Anaitasuna se limitaba a controlar el marcador y dejar pasar los minutos hasta el final.