Las autoridades de Argelia denunciaron un «bombardeo bárbaro» en el que Marruecos mató a tres camioneros que cubrían la ruta entre la capital mauritana, Nuakchot, y la ciudad argelina de Uargla, y advirtieron de que «este asesinato no quedará impune».

Los hechos tuvieron lugar el 1 de noviembre y, según la Presidencia argelina, las víctimas realizaban un viaje de índole comercial, natural entre los países de la zona. Tras la investigación, Argel concluyó que el ataque fue perpetrado por las fuerzas de ocupación marroquíes en el Sahara Occidental y apuntó principalmente al origen del armamento sofisticado que se utilizó.

Es «una nueva manifestación de agresividad brutal que caracteriza una política ya conocida de expansión territorial y terror», señaló.

La Presidencia argelina no anticipó posibles medidas de represalias, pero sí subrayó que el ataque «no quedará impune».

Por su parte, Mauritania rechazó que se haya producido ataque alguno en suelo mauritano y su Ejército pidió a todas las partes implicadas «velar por la veracidad de la información y tratar con cautela las fuentes de información sospechosa».

El Gobierno marroquí no quiso ni confirmar ni desmentir el incidente, que, según testigos consultados por Efe, no es el primero y que eleva a cotas no conocidas en décadas la temperatura bélica en la región.

Argelia rompió relaciones diplomáticas con Marruecos en agosto y el 1 de noviembre decidió no renovar el contrato para la utilización del gasoducto Magreb-Europa, que transporta gas natural a través de Marruecos, a consecuencia de la crisis diplomática.