En una reunión en Roma, la canciller alemana, Ángela Merkel; el presidente francés, François Hollande; el primer ministro italiano, Mario Monti, y el jefe del Ejecutivo español, Mariano Rajoy, han llegado a un acuerdo sobre los pasos que, a su juicio, tienen que dar en los próximos meses para salvar la moneda única.
Los cuatro líderes –invitados por Monti a esta reunión el pasado mayo durante las cumbres del G8 y de la OTAN en EEUU– acudirán al Consejo Europeo de los próximos 28 y 29 de junio con una postura común, en la que apuestan por una mayor integración para otorgar una mayor estabilidad al euro y políticas que propicien el empleo.
«En el próximo Consejo Europeo propondremos medidas para relanzar la economía, con inversiones, una apuesta por el fomento del empleo y el incremento de la competencia en Europa, así como hacer más en el mercado único europeo», ha dicho Monti en el primer turno de palabra de la comparecencia de prensa posterior al encuentro, en la que ha estado acompañado por Merkel, Hollande y Rajoy.
«Deseamos, además, esperamos, presentar un paquete de medidas de crecimiento a nivel europeo, por valor del 1% del PIB de la Unión Europea, es decir, de unos 130.000 millones de euros», ha agregado.
Berlín, París, Roma y Madrid trabajan ya para definir los términos del gasto público que se deberá acometer para la inversión necesaria en pro de ese relanzamiento económico de una Europa y una zona del euro que se sitúa en el centro de las preocupaciones de los mercados financieros.
Pero no han olvidado que todas estas medidas para el crecimiento, de las que no han ofrecido detalles, ni siquiera sobre el origen de esos 130.000 millones de euros, deben ir acompañadas del rigor fiscal, un tándem necesario en la nueva agenda europea.
«Hemos hecho una apuesta clara y contundente para el futuro de Europa. Queremos más Europa, queremos una unión política, queremos una unión económica, queremos una unión bancaria y una unión fiscal», ha afirmado Rajoy.
El presidente del Gobierno español ha señalado cinco asuntos en los que ha habido acuerdo con Italia, el Estado francés y Alemania, empezando por el control del déficit público y la deuda estatal y la aprobación de reformas estructurales para mejorar la competitividad económica.
Asimismo figura en esta agenda que las cuatro primeras economías del euro proponen una serie de reformas estructurales en el seno de la UE, mejores mecanismos de estabilidad financiera y una mayor unión e integración entre los socios comunitarios.
«Ha habido una apuesta indiscutible por la irreversibilidad del euro, que es el proyecto más importante que hemos puesto en marcha los europeos», ha dicho Rajoy al referirse a lo acordado con sus colegas.
Por su parte, Hollande ha abogado por ofrecer «una mayor confianza a Europa» con una «señal de cohesión, coherencia, estabilidad y solidaridad» en el próximo Consejo Europeo, a donde estos cuatro países se presentan además con una acuerdo sobre la tasa a las transacciones financieras.
«El tema del crecimiento y del empleo tiene que abordarse más enérgicamente, después de que nos hemos ocupado del pacto fiscal. Para el próximo Consejo Europeo es necesario dar señales claras», ha dicho Merkel.