El tribunal de Oslo ha condenado a 21 de años de prisión porrogables al autor confeso de la matanza del 22 de julio de 2011 en Noruega, Anders Breivik, y ha declarado, en contra de las pretensiones de los fiscales, que está «sano» y reúne las condiciones adecuadas para cumplir la pena en una cárcel.
Breivik ha sido sentenciado a una pena de custodia de un máximo de 21 años y un mínimo de 10, ha explicado la juez Wenche Elizabeth Arntzen.
La custodia es una figura legal del Derecho noruego que en la práctica puede equivaler a una cadena perpetua, ya que esta se puede prolongar de forma indefinida si se considera que «sigue siendo un peligro para la sociedad».
La pena será cumplida en un centro de máxima seguridad en el penal de Ila, al oeste de Oslo, donde permanece en prisión preventiva desde que ocurrieron los hechos.
Breivik hizo estallar una furgoneta bomba el 22 de julio de 2011 en el complejo gubernamental de Oslo, provocando la muerte de 8 personas. Luego se trasladó en coche a la isla de Utoya, donde cometió una matanza en el campamento de las Juventudes Laboristas, en la que murieron 69 personas.