Alberto Pradilla
MADRID

Rajoy mantiene la incertidumbre sobre el rescate tras recibir el aval de Merkel a sus recortes

El Gobierno español mantiene la incertidumbre sobre si pedirá o no el rescate global. Y eso que esta mañana le han marcado cuáles son los pasos a seguir. Al mismo tiempo que el BCE dejaba claro que solo comprará deuda de los estados que así lo soliciten y se sometan a la «estricta condicionalidad», el jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy, recibia el aval de la canciller alemana a sus políticas de recortes sociales. Sobre el rescate, sin comentarios.

Angela Merkel y Mariano Rajoy, en la rueda de prensa posterior a su reunión. (Pierre-PhilipPe MARCOU/AFP)
Angela Merkel y Mariano Rajoy, en la rueda de prensa posterior a su reunión. (Pierre-PhilipPe MARCOU/AFP)

«Cuando tenga algo que comunicar lo haré», ha asegurado el inquilino de la Moncloa durante la rueda de prensa ofrecida con Angela Merkel. Posteriormente, fuentes de Moncloa especificaban que estudiarán «la letra pequeña» y valorarán qué hacer. Estas fuentes han puesto especial hincapié en que harán lo que sea mejor «para los españoles y para el euro».

Lo paradójico es que hoy ha ocurrido lo que todo el mundo sabía que ocurriría. Por una parte, el BCE impone sus condiciones para aliviar la presión de la prima de riesgo de los países en apuros (el Estado español e Italia, especialmente). Por el otro, Rajoy recibe un espaldarazo con el apoyo explícito de Merkel a su política de recortes. Algo lógico, ya que la canciller ha sido la principal defensora de la austeridad como principio básico en la unión monetaria.

Tras su encuentro en Moncloa, los dos mandatarios han querido escenificar su buena sintonía. Merkel ha alabado insistentemente las iniciativas de Rajoy pero, como manda la cortesía diplomática, se ha abstenido de apretar las tuercas en público. «No he venido aquí para decirle lo que tiene que hacer», ha asegurado. Pese a ello, a renglón seguido ha añadido: «va por buen camino». Rajoy ha insistido en la misma línea y se ha ceñido a asegurar que lo único que hace es cumplir con el mandato de los acuerdos europeos en relación al déficit.

Sobre el rescate, que Mario Draghi, presidente del BCE, ya había puesto encima de la mesa minutos antes, el jefe del Ejecutivo español asegura no tener novedades. «No tengo novedad, cuando tenga alguna novedad se la contaré, no he tenido ni siquiera tiempo de leer la conferencia del señor Dragh», ha especificado Rajoy. Sobre la grave situación que atraviesa el Estado español, el inquilino de la Moncloa se ha refugiado en las valoraciones habituales: control del déficit, reformas estructurales y creación de empleo. Sobre temas más concretos, se ha reafirmado en que "por ahora" no tocará las pensiones, tal y como se comprometió en el mes de julio.

Las valoraciones de ambos presidentes hacia la crisis de la Eurozona tampoco se han salido de lo esperado. Según ha indicado Rajoy, el encuentro pretendía dar la imagen de «irreversibilidad» del euro y en él se han tratado las fórmulas para una mayor integración fiscal y bancaria, así como para profundizar en la bancaria y la política.

En un ambiente de alabanzas mutuas, las declaraciones posteriores a la tercera reunión al máximo nivel entre Madrid y Berlín desde que el PP llegase al poder se cierra con la misma incertidumbre que se mantiene desde hace meses. Si Rajoy terminará pidiendo un rescate global (el segundo en menos de un año, ya que el primero, el de los bancos, ya está firmado aunque los fondos no hayan llegado todavía) tal y como creen todos los analistas. Las condiciones y la «letra pequeña» es algo de lo que, probablemente, hayan hablado esta mañana.