El ministro español de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, ha presentado en el Consejo de Ministros un informe que recoge las líneas maestras de la reforma del Código Penal, que introduce dos figuras: la «prisión permanente revisable», que de facto supone la cadena perpetua, y la custodia de seguridad.
La cadena perpetua revisable no se aplicará solo a los «casos de terrorismo», como anunció Gallardón en su día, sino también a los «casos de especial gravedad».
La «prisión permanente» tendrá una duración indefinida, que podrá ser revisada a los 25 o 35 años, en función de las circunstancias del preso. En la actualidad, el Código Penal del Estado español ya incluye los 40 años de cumplimiento íntegro tras la última modificación que se hizo en 2008 contra ETA.
Por su parte, la custodia de seguridad será una medida privativa de libertad de una duración máxima de diez años para «casos excepcionales», una vez cumplida la pena de prisión y después de que el tribunal valore la situación del penado.