Más de 30 actos, en los que han participado alrededor de un millar de personas, contabiliza en su balance la Semana internacional de Solidaridad con Euskal Herria, organizada por Askapena, y que en esta séptima edición ha puesto el foco sobre la situación de los represaliados vascos.

«No podemos ser libres sin ellos», es el lema sobre el que han girado las expresiones de solidaridad llegadas de puntos, como Dublín, París, Santiago de Chile, Buenos Aires, Londres, Madrid o Belfast, por citar solo algunos, en forma de movilizaciones, charlas o conciertos, partiendo de la reflexión de que la resolución del conflicto político en Euskal Herria «debe comprender necesariamente la liberación y retorno a casa de los presos y refugiados».

A lo largo de los últimos días, el calor del internacionalismo para con la lucha del pueblo vasco, que también ha abrazado al pueblo venezolano, se ha dejado sentir en actos como el celebrado en la Euskal Etxea de México D.F., donde se organizó una charla sobre el «Proceso de paz en el País Vasco», o en Buenos Aires, con la participación de Atilio Borón, Eduardo Soares y Carlos Aznarez y la proyección del documental «Barrura begiratzeko leihoak». También Bolonia fue escenario de un debate sobre la actual situación política en Euskal Herria, en la que participaron representantes del EPPK. La denuncia de la política penitenciaria quedó patente en movilizaciones, como la realizada ante la prisión de Nantes o en la Plaza del Parlamento en Rennes, entre otras.

El calor de los versos en Gernika

En Euskal Herria, Gernika fue ayer escenario de un especial acto de solidaridad con los represaliados vascos, organizado por la asociación de familiares y allegados Etxerat. Una decena de bertsolaris, que reunía en el cartel a voces como las de Onintza Enbeita, Igor Elortza o Unai Iturriaga, estaban llamados a subir al escenario del frontón Jai Alai, para expresar los sentimientos que se agolpan en torno a la demanda «Etxean nahi ditugu».