Miguel Sanz ha llegado al Palacio de Justicia de Iruñea a las 9.18, acompañado de su abogado, Eduardo Ruiz de Erenchun, andando procedente del aparcamiento subterráneo anexo al Palacio. Ha enfilado con apariencia tranquila los 50 metros que le separaban de la puerta de entrada.

En ese trayecto, decneas de personas concentradas en el exterior de los juzgados le han proferido distintos gritos como «chorizo», «sinvergüenza», o «Sanz, no te escapas, el juicio en Navarra», a los que el expresidente no ha respondido.

La Policía Foral ha desplegado un fuerte dispositivo policial en la puerta del juzgado con motivo de la declaración de Sanz como imputado en la causa que investiga el cobro de dietas de Caja Navarra.

No ha respondido a las preguntas de Kontuz! y UPyD

En la sala han estado presentes también los abogados de los otros dos imputados, el alcalde de Iruñea, Enrique Maya, y el exconsejero Álvaro Miranda, así como los letrados del exdirector general de CAN Enrique Goñi, de la asociación Kontuz! y de UPyD. Sanz ha declarado ante la jueza durante tres horas y media y se ha negado a responder a las preguntas de los letrados de Kontuz! y UPyD, por «una razón muy sencilla, porque no me gusta responder políticamente a quienes pretenden llevar la política a los juzgados».

Al término de la declaración, ha comparecido ante los medios para señalar que «jamás en mi vida me he lucrado, nunca jamás, y todo mi trabajo ha sido siempre puesto al servicio de Navarra y al servicio de las entidades que he representado».

Ha asegurado que estaba «encantado de declarar y aclarar desde la verdad más absoluta mi participación en Caja Navarra» y que «espera y desea que haya aclarado todo».

Ha dicho que su declaración como imputado «no es una cosa extraña», ya que «todos los ciudadanos estamos sometidos ante la ley», aunque en este caso la figura del imputado tenga un carácter de pena añadido a la pena social, la de paseíllo».

Sanz ha recordado que el que fuera compañero de partido y concejal de UPN en el Ayuntamiento de Iruñea Tomás Caballero, muerto en atentado de ETA, «también declaró en su día como imputado en una querella que le formuló Batasuna».

«A mí me ha tocado hacerlo ahora y tengo que decir que he respondido a las preguntas y que espero y deseo que haya aclarado absolutamente todo», ha indicado.

Por la puerta trasera

Tras la breve declaración, y sin atender a las preguntas de los periodistas, el expresidente de Nafarroa ha abandonado el edificio judicial por una puerta trasera, mientras en la entrada principal un grupo de decenas de manifestantes continuaba concentrado.

Sanz ha tratado hasta el último momento de no acudir al interrogatorio, previsto para las 10.00. Ayer mismo, la juez María Paz Benito desestimaba su última intentona, un recurso solicitando que la causa sea investigada en Madrid por la Audiencia Nacional.