Durante su intervención en el pleno de Política General, Patxi López se ha referido a la propuesta que ha hecho el lehendakari, Iñigo Urkullu, para avanzar hacia un nuevo estatus político a través de un acuerdo entre partidos que se pueda alcanzar esta legislatura desde las «posibilidades legales y legítimas».
López le ha pedido que defina claramente cuál es la propuesta real que encierra ese nuevo estatus político pero también le ha ofrecido trabajar en un nuevo pacto ciudadano «por la concordia y la unidad» para seguir viviendo juntos respetando a cada uno su propia identidad.
«España no es la enemiga de Euskadi y los nacionalistas vascos no son mis enemigos, al revés, yo quiero hacer país con ustedes. Quiero que sigamos conviviendo todos juntos», ha subrayado el dirigente del PSE.
«Quiero ofrecerle la oportunidad, a su grupo y a su partido, también en esto, de acabar con los 15 años de desencuentro. La oportunidad de no volver a eso que se llamó el ‘Pacto de Lizarra’», le ha dicho al lehendakari. López, en referencia a dicho acuerdo, ha afirmado que se trató de «un pacto de nacionalistas que intentó construir Euskadi únicamente sobre principios nacionalistas, marginando y expulsando a todos los que no compartíamos la misma forma de entender la identidad».
Ha subrayado que aquel acuerdo «fracasó» porque la sociedad vasca «no quiere, de ninguna manera, enfrentamientos entre vascos para construir un país unos contra otros». «A eso nunca estaremos dispuestos los socialistas. Sin embargo, nos ofrecemos para fomentar un nuevo pacto ciudadano por la concordia y la unidad; una renovación de la voluntad de seguir viviendo juntos por muy distinto que pensemos», ha matizado.
Por el contrario, le ha advertido de que si el Gobierno de Lakua «intenta sacar de nuevo del cajón planes soberanistas unilaterales», tendrá al PSE «enfrente», con la misma «convicción y firmeza» con la que defienden «la concordia y la unidad entre la ciudadanía vasca».
Pacto PNV-PSE
Buena parte del discurso de López ha estado centrada en poner en valor el pacto económico que el pasado lunes rubricaron el PNV y el PSE.
«La décima legislatura comienza ahora», ha reiterado López tras reprochar al Gobierno de Urkullu que le haya costado entender que necesitaba ayuda para gobernar pese su debilidad y que hayan transcurrido nueve meses sin leyes (solo una para adelantar la paga extra a los funcionarios) y ni un solo plan «que no fuera un recorta y pega de anteriores propuestas».
«Un año perdido en la lucha contra la crisis», ha enfatizado, al tiempo que ha advertido a Urkullu de que dicho pacto no supone un cheque en blanco para el Gobierno y que el PSE estará «muy vigilante» para que se cumpla en todos sus extremos.
Ha negado, como ha dicho el PP de la CAV, que la reforma fiscal suponga una subida generalizada de impuestos.
Solo afectará, ha explicado, a los que ganan más de 91.000 euros, a los que puedan heredar más de 400.000 euros y a los que destinan más de 5.000 euros a sus planes de pensiones.