El Gobierno de Lakua ha presentado una nueva redacción «mejorada y reforzada» del Plan de Paz con aportaciones específicas y sugerencias propuestas por grupos parlamentarios y organismos sociales. Destaca entre ellas la inclusión, tanto en el preámbulo con en otros puntos, del «suelo ético» aprobado en la ponencia parlamentaria de Gasteiz.
Jonan Fernández se ha negado a reconocerlo como una concesión a PP y PSE, considerando que «tácitamente incluso EH Bildu lo tiene aceptado». En general, ha abogado por «salirnos de esta lógica de contentar a unos y a otros. La idea es crear un espacio compartido, conscientes de que en este momento es una utopía pero preparando el terreno».
El Plan tiene ahora un preámbulo que se centra en las afirmaciones sobre la lectura del pasado, aunque Lakua matiza que no aspira a implantar un relato de lo ocurrido, sino solo a fijar criterios para tratar de allanarle el camino.
En cuanto a lo que queda por hacer, en ese preámbulo solo se incide en el final de ETA, recomendando que sea un proceso «ordenado». Las cuestiones relativas a presos, huidos o juicios políticos quedan para el resto del texto, que en conjunto tiene cerca de 80 páginas.
Otras novedades son, además de la inclusión de los huidos como ha adelantado GARA en su edición de hoy, el subrayado de que hay que superar las meddas de excepcionalidad carcelarias o la alusión a la necesidad de un mecanismo independiente de investigación de la tortura.