La Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA, en inglés) ha comenzado la ola de cancelaciones tras prohibir a las aerolíneas estadounidenses volar al aeropuerto de Tel Aviv durante 24 horas.
La aerolínea Delta ha sido la primera en anunciar la decisión de suspender sus vuelos hacia y desde Tel Aviv «hasta nueva orden» al verse obligada a desviar a París una de sus aeronaves que tenían como destino la capital israelí.
Delta, que normalmente vuela entre el aeropuerto John Fitzgerald Kennedy (JFK) de Nueva York y el aeropuerto internacional Ben Gurion en Tel Aviv, ha explicado que el vuelo Delta 468, un Boeing 747 con 273 pasajeros y 17 tripulantes, ha sido desviado a París tras las informaciones que apuntaban al impacto de un cohete en las cercanías del aeropuerto israelí.
Asimismo, antes de hacerse oficial la prohibición de la FAA, US Airways ya había cancelado el vuelo 796, que había despegado de Los Ángeles pero se ha detenido en su escala en Filadelfia antes de salir hacia Israel.
Por su parte, United Airlines ha cancelado también los vuelos 84 y 90, que iban a partir a continuación del aeropuerto de Newark (Nueva Jersey) con el mismo destino.
Varias aerolíneas europeas han seguido los pasos de las estadounidenses, cancelando al menos los vuelos previstos para las horas posteriores al impacto.
Las aerolíneas Air France y Vueling han anunciado la suspensión de sus vuelos a Israel «hasta nueva orden» por la situación de tensión que se registra en la zona tras la intervención militar israelí en Gaza y el lanzamiento de cohetes contra territorio israelí.
Las dos principales aerolíneas alemanas, Lufthansa y Air Berlin, han decidido cancelar durante 36 horas sus vuelos a Israel mientras que la compañía española Iberia ha cancelado su vuelo de este martes y evaluará hoy si se mantiene la suspensión o si se reanudan los vuelos a la vista de cómo se desarrollen los acontecimientos.
A estas compañías también se han unido otras europeas como la polaca LOT o la holandesa KLM.
Por su parte, la administración de Aviación Civil de Israel cree que la suspensión de vuelos a este país por las principales aerolíneas occidentales es un «premio al terrorismo», según su portavoz, Ofer Lefler.