El portavoz del Ministerio de Sanidad, Ashraf Al-Qedra, ha explicado en un comunicado que los ataques por tierra, mar y aire se han recrudecido durante la jornada, y han causado la muerte de 120 personas y herido al menos a otras 500. Se trataría de un balance abierto porque a siguen produciéndose, según la agencia de noticias Maan.
«Desde el inicio de la operación israelí sobre Gaza, al menos 1.230 palestinos han muerto y 6.700 han resultado heridos, dos terceras partes de ellos civiles, incluidos mujeres y niños», ha afirmado el portavoz palestino.
Según la fuente, las fuerzas armadas israelíes «han atacado casas, edificios, centros de prensa, descampados, mezquitas y granjas».
Testigos y fuerzas de seguridad palestinas han notificao que los peores bombardeos se han registrado contra varias viviendas del campo de refugiados de Al-Bureij, en la región central de Gaza, donde han perecido 17 personas.
Entre ellos, ha muerto el alcalde del vecindario, Anis Abu Shamalah, y varios menores y mujeres.
La Policía de Gaza ha dicho que la casa de Ismail Haniye, líder de Hamas, ha sido completamente destruida durante un bombardeo sobre un campo de refugiados al oeste de la ciudad de Gaza.
Al mismo tiempo, la corporación eléctrica ha informado de que alrededor del 90% de la población, unos 1,8 millones de personas que viven en la franja, permanecen sin electricidad desde medianoche, después de que los aviones de guerra israelíes alcanzaran los tanques de combustible de la única planta del enclave.
Mohamed Al-Sharif, director de la central, ha afirmado en un comunicado que dos misiles tierra-aire han impactado en los tanques de la estación a las 7 de la mañana (6.00 en Euskal Herria), reduciéndolos a cenizas, mientras que el fuego ha destruido la turbina principal que genera electricidad.
«Con la destrucción de la planta eléctrica y los daños causados en unas nueve líneas del suministro que llega de Israel, hay una gran escasez de energía y cerca del 90% de la población sufre un apagón», expuso el funcionario.