El procurador (fiscal) general de México, Jesús Murillo Karam, ha anunciado el descubrimiento de las nuevas fosas gracias el testimonio de cuatro personas detenidas en las últimas horas.
Murillo Karam ha revelado estos avances en el caso horas después de que el presidente de México, Enrique Peña Nieto, urgiera al gabinete de seguridad a agilizar la investigación sobre los hechos de violencia en Iguala y dar con los responsables de los actos.
Peña Nieto ha calificado lo sucedido como «verdaderamente inhumano, prácticamente un acto de barbarie», y ha pedido acelerar la investigación para «dar con aquellos que por negligencia o actuación permitieron o solaparon que esto hubiese ocurrido en Iguala».
El anuncio del avance de la investigación también corresponde al clamor de miles de mexicanos que el miércoles exigieron al Gobierno justicia y encontrar a los desaparecidos en manifestaciones multitudinarias en diversas ciudades y en otros países.
El pasado 26 de setiembre pasado, la Policía Municipal de Iguala atacó a tiros a un grupo de estudiantes que se había apoderado de unos autobuses, lo que causó seis muertos y 25 heridos, mientras que 43 estudiantes siguen desaparecidos.
Después del hallazgo de las primeras cinco fosas con cuerpos calcinados el sábado pasado en un sitio cercano a Iguala, el Gobierno mexicano tomó el control de las investigaciones y envió a las fuerzas federales para encargarse de la seguridad en este municipio.
Después de casi dos semanas de esos hechos, las autoridades han arrestado a 30 personas, de las que 22 son policías municipales presuntamente vinculados con Guerreros Unidos, un grupo que surgió en 2011 como una escisión del cártel de los hermanos Beltrán Leyva.