La pasada semana ya se dio a conocer que el secretario judicial ha reclamado una multa de 4.300 euros contra esta ikastola labortana. Además, también se les ha amenazado con cortar la luz y la calefacción.
Según ha informado Seaska, el último paso dado es la amenaza de desahucio, si fuera necesario empleando a la Policía. «Aunque parezca increíble, el alcalde Guy Poulou está dispuesto a emplear a la Policía para expulsar a niños y niñas de entre 2 y 4 años, a su profesora y a su auxiliar».
Seaska insiste en que todos los agentes sociales y políticos implicados, salvo el alcalde, están dispuestos a buscar una solución a este problema, y hace un llamamiento a la ciudadanía a participar en la movilización anunciada para el 8 de noviembre a las 16.00 en el barrio Marinela de Ziburu, delante de la ikastola.
La última hora de esta situación se dará a conocer en una rueda de prensa convocada en Durango para esta misma mañana.