La conclusión de la mesa redonda entre Andoni Eizagirre (que ha hecho el papel de moderador), Sabin Azua, Joseba Azkarraga Etxagibel, Nekane Jurado, Eneritz Zabaleta e Imanol Esnaola puede ser que el derecho a decidir daría una oportunidad de tener un país mejor, pero sin convertirse en una panacea y con muchos matices.
Joseba Azkarraga Etxagibel, por ejemplo, ha alertado de que la crisis económica actual solo es el epicentro de otras crisis profundas del hipocentro (energética, climática y destrucción de ecosistemas). Entiende que la sostenibilidad pasa por la soberanía en la medida en que habrá que ir a modelos más dimensionados y menos complejos. Y en este sentido, prevé que «este tema no fabricará abertzales, pero igual sí autodeterministas e independentistas».
Sabin Azua sitúa el derecho a decidir como fundamental para adaptar el país a sus características y capacidades reales. Demanda una potenciación de la empresa y más aún de la educación, que cree que debe cambiar «de arriba a abajo». Por ejemplo, no entiende que la Formación Profesional siga siendo considerada como «algo de segunda división» en un país tan industrial.
A Nekane Jurado se le ha reclamado una opinión desde el ámbito de las políticas sociales, pero ha trascendido la pregunta concreta para mostrar una gran preocupación por las consecuencias del modelo económico imperante a nivel personal.
Observa una auténtica «esquizofrenia» por la sacralización del empleo, que se traduce el datos como el aumento de suicidios por perder el puesto de trabajo. Y concluye con que el futuro de Euskal Herria pasa por cambiar radicalmente este paradigma y situar en el centro a la persona como tal, no como mera empleada o consumidora.
Eneritz Zabaleta (profesor en la Universidad de Baiona) e Imanol Esnaola (Gaindegia) han abordado la cuestión desde el prisma de la territorialidad. Zabaleta ha incidido en que Ipar Euskal Herria necesita ser y decidir para garantizar su futuro frente a «miles de retos» que le acechan. Y Esnaola ha demandado «convergencias» desde ya, que ve posibles con un cambio claro de mentalidad sin necesidad de esperar a un Estado vasco.