Desde el lugar de la masacre, el presidente francés, François Hollande, ha dicho que «no hay duda» de que se trata de «un atentado terrorista» y ha pedido al país que esté «unido» pues «nadie puede actuar en Francia contra los valores de la República».
La Casa Blanca, la Unión Europea (UE), la Unesco y la mayoría de los gobiernos de Europa han condenado el atentado de París, que han interpretado como un ataque a la libertad de expresión, y han ofrecido su colaboración a las autoridades francesas.
En Washington, el presidente estadounidense, Barack Obama, ha rechazado el «espantoso» ataque contra ‘Charlie Hebdo’ y ha ofrecido ayuda a las autoridades francesas para llevar a los «terroristas» responsables ante la Justicia.
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, ha trasladado a su homólogo francés, François Hollande, sus «profundas condolencias» por el «ataque terrorista» contra el semanario satírico y ha apelado a la «cooperación activa» para «hacer frente al terrorismo».
La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, ha expresado su indignación por el atentado contra la sede del semanario ‘Charlie Hebdo’, por ser un «inaceptable ataque» a un «valor fundamental», como es la libertad de prensa.
En Bruselas, el presidente de la Comisión Europea (CE), Jean-Claude Juncker, ha sido de los primeros en expresar su consternación por lo que ha calificado como «acto intolerable» y «barbarie», del que ha dicho «nos concierne a todos como seres humanos y como europeos».
«Condeno enérgicamente el atentado terrorista en la oficina de la revista Charlie Hebdo en París», ha dicho el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, en un comunicado. «Se trata de un acto de barbarie y de un ataque intolerable a la libertad de prensa», ha denunciado.
«Nos solidarizamos plenamente con nuestra aliada Francia. Todos los aliados de la OTAN estamos juntos en la lucha contra el terrorismo. El terrorismo en todas sus formas y manifestaciones nunca puede tolerarse o justificarse», ha señalado Stoltenberg.
Otras instituciones, como la Unesco, se han declarado también «horrorizadas» por este ataque, mientras Amnistía Internacional (AI) ha afirmado que «marca una jornada negra para la libertad de prensa» en el Estado francés.
Reporteros sin Fronteras (RSF) se ha expresado «profundamente impactado» por un suceso que remite a «un tipo de violencia que se ve en Irak, Somalia o Pakistán» y «a una pesadilla que se ha hecho realidad».
En Europa, la mayoría de los jefes de Estado o de Gobierno han reaccionado también con palabras muy enérgicas contra la masacre de París.
El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, ha enviado un telegrama de condolencias a Hollande en el que le ofrece la total colaboración del Estado español en «la lucha contra el terrorismo».
El Gobierno de Rajoy apuesta «hoy con más rotundidad que nunca por la libertad de prensa como un derecho fundamental e irrenunciable» y reitera su «repulsa categórica ante cualquier tipo de acto terrorista, sea cual sea el lugar en que se produzca e independientemente de las motivaciones subyacentes».
También la canciller alemana, Angela Merkel, ha expresado su más rotunda condena por este atentado «injustificable», del que ha dicho que estaba dirigido «contra la libertad de prensa y expresión», dos "puntales de la «sociedad democrática».
En Londres, el primer ministro británico, David Cameron, ha dicho que en Gran Bretaña están «con el pueblo francés en la lucha contra el terror y en la defensa de la libertad de expresión» y ha asegurado que los autores del atentado están «enfermos».
Otro de los líderes europeos, el primer ministro italiano, Matteo Renzi, se ha mostrado además convencido de que «la violencia perderá contra la libertad», al expresar también su «horror y consternación por la matanza de París».
Dentro del Estado francés, el expresidente Nicolas Sarkozy ha condenado el atentado «salvaje» contra «uno de los principios republicanos, la libertad de expresión», y ha prometido apoyar «sin reservas» al Gobierno de Hollande, al que ha pedido «medidas fuertes contra el terrorismo».