El Casino de la Alianza del Poble Nou (Barcelona), con capacidad para 900 personas, se ha quedado pequeño para albergar el acto «Per la ruptura». Tanto que numerosos asistentes han tenido que seguir el acto de pie y varias decenas se han quedado sin poder acceder al recinto en el que las CUP y varias organizaciones y colectivos de la izquierda anticapitalista han presentado las bases de la candidatura para unas elecciones que todavía no tienen fecha.
A ello se ha referido en su intervención el diputado de la CUP David Fernández, que ha exigido «elecciones inmediatas» con un doble carácter «plebiscitario y constituyente». Fernández, que también ha tenido palabras de solidaridad con la manifestación de Bilbo, ha enfatizado que «nadie encontrará a la CUP en patrimonializaciones interesadas ni en cálculos electorales», en referencia a las tensas negociaciones sobre las elecciones entre CDC y ERC. «Este proceso no es de nadie, porque simplemente es de todos», ha añadido.
El objetivo del acto, sin embargo, no era, ni mucho menos, centrarse en negociaciones ajenas, sino presentar las bases de una candidatura de la izquierda independentista y rupturista a la que las últimas encuestas publicadas en Catalunya otorgan un importante ascenso en escaños.
Para ello, hasta 18 personas han tomado la palabra durante el acto. 10 de ellas lo han hecho para leer cada uno de los 10 puntos de los que consta el manifiesto que abre paso a una candidatura todavía en fase de formación y confección. Un manifiesto a modo de esbozo programático en el que, entre otras cosas, se reivindica que el nuevo Parlament se proclame Asamblea Constituyente «con el encargo de redactar la Constitución de la República Catalana». Una Carta Magna que después debería ser validada con un referéndum.
El acto, durante el cual se han proyectado vídeos con apoyos internacionales, ha concluido con los discursos del abogado Vidal Aragonès y la activista Gabriela Serra. El primero ha remarcado la importancia de «llenar de contenido militante las proclamas políticas» y ha recordado que se presentarán al Parlament para utilizar la institución como un «altavoz de luchas», en el camino de «ganar la hegemonía y crear alternativas concretas».
Serra por su parte, ha recordado, lejos de la complacencia, que «la situación no es fácil». Sobre todo para aquellos que se declaran radicales, ha añadido, recordando que el significado de la palabra radical no es otro que el de «ir a las raíces». «Tenemos que ir al fondo de cada problema, a la raíz, y no hay atajos para ello», ha concluido.