El lehendakari, Iñigo Urkullu, ha considerado que el PNV fue «ejemplar» tanto en el ámbito político como en el institucional cuando se conoció el denominado Caso De Miguel hace cinco años, aunque ahora «se quiera obviar».
En una entrevista concedida a Onda Vasca, Urkullu se ha pronunciado de este modo tras conocerse ayer la decisión del juzgado de Gasteiz de abrir juicio oral a 26 personas por supuesta corrupción, entre ellas exdirigentes y exaltos cargos públicos del PNV.
Urkullu ha recordado que, cuando se conoció el caso en 2010, el PNV adoptó la decisión de que las personas presuntamente implicadas entregaran sus carnés de partido «porque había una interpretación de que el Caso De Miguel podía tener, desde la interpretación pública que se estaba haciendo, una vinculación con el propio PNV».
De este modo, entiende que fueron «ejemplares a la hora adoptar decisiones tanto desde el ámbito político como el ámbito institucional». En este sentido, ha remarcado que Alfredo De Miguel renunció a su cargo de diputado foral y el entonces diputado general, Xabier Agirre, «mantuvo una posición clarísima como defensa de la honorabilidad de la institución foral alavesa en ese momento que podía verse salpicada también».
Asimismo, Urkullu ha criticado «la judicialización de la política y la politización de la justicia» que, desde su punto de vista, se está produciendo en estos últimos años. «¿Cuántos casos se han pretendido denunciar queriendo implicar al PNV, cuántos de esos casos han sido archivados, que afectan a diferentes administraciones?», ha cuestionado.
En este sentido, Urkullu ha afirmado que «ha habido un objetivo por parte de determinadas formaciones políticas de intentar provocar una acción política mediante la constitución de comisiones de investigación». Al mismo tiempo, ha reivindicado la presunción de inocencia de los imputados.