Arantxa MANTEROLA

Pugna entre PS y centro-derecha, con un FN consolidándose en la plaza

Interesante o preocupante, según se mire, se presenta la batalla electoral en el espacio Baiona-Angelu-Biarritz (BAB). Con la reforma electoral, la zona urbana tendrá más electos que antes por ser la más poblada. Las opciones son también más diversas y la pugna entre derecha y socialistas será intensa, con un Frente Nacional al alza de fondo. Los abertzales de izquierda intentarán mejorar posiciones en un terreno que no les es favorable.

Aunque la UMP y los centristas han llegado a un acuerdo global para unir fuerzas de cara a recuperar el mando en el Consejo de Pau -que les fue arrebatado por el PS en 2011-, en estos cantones también medirán fuerzas entre ellos. Además del posible avance del FN, será interesante observar los resultados que obtendrá la UMP, en plena pugna interna, sobre todo en Biarritz.

Baiona 1

Compuesto por una parte de Angelu y otra de Baiona Oeste, este nuevo cantón cuenta con 20.545 habitantes. Los exitosos resultados obtenidos por el PS en los comicios de 2011, cuando se hizo con los tres escaños pertenecientes a la capital labortana, serán muy difíciles de repetir ya que, por un lado, los sondeos no ofrecen buenos augurios a lo socialistas y, además, quien geográficamente representaba al partido en esta zona, Henri Etcheto, se vuelve a presentar pero en el cantón de Baiona 3. Esta vez, el PS apuesta por una unidad de izquierda plasmada en el binomio integrado por Mokrane Oukhemanou y Sandra Pereira.

Lo tendrán complicado, puesto que frente a ellos habrá pesos pesados de la oposición, como el tándem de Florence Lasserre (MoDem) y Claude Olive (UMP), consejero general saliente y que el año pasado arrebató la Alcaldía de Angelu al socialista Espilondo. Además, hay otra opción del lado de la izquierda, con el binomio Côme-Rivas (ecologista el primero y de izquierda la segunda), que cuenta con el apoyo del PC).

La derecha tampoco está falta de opciones: la pareja Dazord-Lesellier, de Débout la République (soberanistas republicanos), y Chanson-Vallée, del FN, abren el abanico a los votantes que se sitúen más a la derecha.

EH Bai presenta a Philippe Duluc y Maite Etcheverry en un terreno difícil para los abertzales de izquierda.

Baiona 2

Prácticamente, este nuevo distrito electoral se corresponde con el antiguo cantón de Baiona Norte, donde los 24.298 baionarras y bokalearras podrán elegir a sus dos representantes entre seis parejas de candidatos. En la actualidad es Christophe Martin (PS) quien ocupa el escaño e intentará conservarlo junto con su compañera de partido Juliette Muller. Conseguirlo les será difícil porque hay otros binomios que pretenden hacerse con su parte del electorado en este feudo de la izquierda. Así, los comunistas Crespo y Darrambide, del Front de Gauche, y la verde Sophie Bussière junto al alcalde de izquierdas de Bokale, Francis Gonzalez, les harán bastante sombra. También lo intentarán los candidatos de EH Bai Txomin Alzugarat y Lola Garcia.

La derecha y el centro han hecho una apuesta fuerte con el concejal baionarra de UMP Christian Millet-Barbé y con la centrista Françoise Brau-Boirie. Ambos están respaldados por el acuerdo departamental entre UMP y Forces64.

El FN presenta a Bernard Oyhenart y a una candidata con nombre aristocrático, Catherine Beauchesne Magon de la Giclais. Aun tratándose de un cantón tradicionalmente de izquierda, será interesante observar los resultados que puedan conseguir en el contexto actual, donde los frentistas también rascan voto en el filón de la izquierda sociológica. De hecho, en 2011 superaron el 10%.

Baiona 3

Otra media docena de parejas de candidatos se han presentado a la liza electoral en este cantón del centro-este de Baiona, más pequeño en superficie que los otros distritos de la capital labortana pero donde moran 24.432 habitantes. La actual consejera general socialista Marie-Christine Aragon, que es también la coordinadora de campaña del partido, se ha unido a otro consejero saliente, Henri Etcheto, para intentar mantener en la izquierda este cantón que heredó en 2011 de otro compañero socialista, Jerôme Aguerre.

Además de sus rivales naturales de la derecha, otros binomios de izquierda menguarán su potencial de voto, como el tándem del Front de Gauche, apoyado por el PC, Coat-Scipion. Los ecologistas de Europe Ecologie-Les Verts Mixel Esteban e Isabelle Labadie-Lemière también pescarán en aguas cercanas.

Los abertzales de EH Bai Pierre Casenave y Anne-Sophie Sayeux seguramente lo tendrán más fácil que sus otros compañeros de los cantones vecinos porque esta vez, al no presentarse EAJ-PNB como lo hizo en 2011 y dado que en este cantón recaba más simpatías que en aquellos (7,90% hace cuatro años), los vientos pueden serles más favorables.

La derecha y el centro han optado por Yves Ugalde y por Christine Lauqué, la apadrinada del exalcalde Jean Grenet, que ya se enfrentó en las anteriores elecciones cantonales a la socialista Aragón. Ambos candidatos son concejales de la mayoría de centro-derecha actualmente en el gobierno del Consistorio de Baiona.

El coordinador del FN en Ipar Euskal Herria, Jean-Michel Iratchet, junto a otra miembro del partido ultraderechista, Brigite Lelièvre, estrena candidatura en este cantón.

Angelu

La consejera y el consejero que resulten elegidos en este cantón representarán a 23.585 angeluarras, ya que el resto han sido integrados con otra parte de sus vecinos bayoneses en el cantón de Baiona 1. Los socialistas han tenido tradicionalmente bastante fuerza en el mismo. De hecho, han apostado por el actual consejero general Guy Mondorge, quien, en compañía de la concejala Sandrine Derville, intentará frenar el avance de la derecha, que en los últimos comicios municipales arrebató el gobierno local al histórico Jean Espilondo. Entre las otras cuatro parejas en competición está la de los comunistas Doyhenart-Lagarde, que le mermarán votos en esta primera vuelta.

Los centristas Nicole Darrasse y Patrick Chasseriaud, los dos tenientes alcaldes de la actual mayoría municipal de Claude Olive (UMP) se afanarán en repetir los buenos resultados de las municipales del año pasado para hacerse con la representación también en el Consejo de Pau.

No son tierras fáciles para los abertzales de izquierda, que aspiran a ir ganando presencia con los candidatos de EH Bai Viviane Hassenforder y Peio Pericou.

El FN tiene la misma pretensión pero, dado el contexto político actual y que son una fuerza que está más consolidada en el cantón, Marie-Christine Iratchet y Pierre Orella tendrán, probablemente, más éxito que aquellos en su objetivo.

Biarritz

Hasta ahora conformada por dos cantones, la ciudad costera, que cuenta con 25.330 habitantes, se ha quedado en uno tras la reforma. Es el cantón donde más candidatos se han presentado; en concreto, 9 binomios.

Además, la pugna electoral se desarrollará incluso dentro del mismo campo político. Y es que pese a que la derecha y el centro consensuaron la forma de presentarse apostando por el actual consejero UMP Max Brisson y por la centrista Maider Arosteguy -que aun siendo de la misma tendencia que el actual alcalde biarrota milita en UDI y es concejala de la oposición-, la designación del binomio oficial no ha sido del gusto de todos. De hecho, el conflicto ha llegado a ser tal que se han presentado otros binomios disidentes y ha habido varias expulsiones en el seno de la UMP. La pareja Domège-Mayer es una de ellas y otra es la formada por Bénédicte Darrigade y Louis Vial.

Si a ello se añade la presencia de los soberanistas republicanos de Débout la France -Jordan Lavignasse y Samantha Goicoetchea (que militó en las juventudes del FN)- y la propia del FN -Lepretre-Perrin-, que ya tiene su nido en el árbol electoral biarrota, los votantes de derecha tienen un abanico heterogéneo donde elegir.

Si tiran más hacia la izquierda, tienen a Amigorena-Vals, que se presenta como independiente si bien su tendencia se sitúa entre socialista para el primero y centrista para la segunda. También pueden optar por Haye-Lafite, más cercanos al PS, o por Ithurbide-Raffy, patrocinados por el PC. El tándem de EH Bai Daguerre-Istèque cierra el atiborrado panel de candidatos, con escasas posibilidades de influir en las corrientes generales.

 

Temas propios de áreas urbanas, como el transporte colectivo, impregnados por el ambiente de la coyuntura política global

En estos cantones apiñados en torno a la aglomeración de Baiona, el problema mayor no es la desertificación demográfica, como ocurre, por ejemplo, en tierras zuberotarras. El campo de batalla se presenta con un punto de vista totalmente urbano, aunque todos asumen que las políticas que se apliquen aquí influyen sobremanera en los cantones limítrofes, que luchan por contener el riesgo de convertirse en sus barrios periféricos.

En un momento en que la incertidumbre sobre las competencias definitivas que quedarán en manos del Consejo Departamental no se despejará hasta pasada la doble cita electoral del 22 y 29 de marzo, se habla mucho del transporte colectivo interurbano y de cómo gestionarlo. En la práctica, debido a que las competencias de cada cual (departamento y mancomunidad de aglomeración) se superponen, resulta complicado coordinarlo. Además, está por establecer si el transporte escolar seguirá o no a cargo del departamento. Con todo, cuestiones como tarifas accesibles, billete único, gratuidad... o el viejo proyecto de unir el servicio desde Baiona con el topo en Hendaia están presentes en el debate electoral.

La economía, el empleo y la vivienda, aun a sabiendas de que Pau no tendrá seguramente muchas competencias para afrontarlos, son puntos que se tratan en los debates y programas porque, sean o no de su incumbencia, son problemas que los administrados les plantean continuamente, al igual que ocurre con las cuestiones medioambientales.

La exigencia de una institución propia para Ipar Euskal Herria y de una política lingüística más enérgica son también temáticas transversales en las intenciones de casi todos los candidatos pero, salvo en el caso de algunos, en particular de los abertzales, en estos cantones se diluyen bastante en el discurso general. Y es que aquí, como en todo el Estado, se juega una batalla política que va más allá de los asuntos específicos de cada cantón y que, aunque atañe a todos los candidatos, se refleja con más vivacidad en esta zona urbana. Se trata de dilucidar quién, si el centro-derecha o los socialistas, se hará finalmente con las riendas del departamento de Pirineos Atlánticos que, por primera vez desde que se constituyera hace más de 200 años, pasó a manos de la izquierda en 2011.

Y a pesar del acuerdo general para estos comicios, también se dará una pugna directa entre centristas y UMP. Estos últimos, que ahora solo tienen cinco consejeros, quieren afianzar sus posiciones respecto a un centro que les lleva ventaja.