Laura Pérez ha afirmado que Podemos no quiere «un mero recambio, queremos un cambio de verdad, y en ese sentido vamos a proponer condiciones tangibles que pondremos sobre la mesa en los próximos días».
No ha concretado cuáles serían esas condiciones, porque «han de ser debatidas a nivel interno», pero ha avanzado que irían en la línea de impulsar una reforma fiscal, realizar una auditoría de la deuda, «levantar las alfombras» y seguir las recomendaciones que la Cámara de Comptos dicta en sus informes.
Según ha dicho, Podemos aspira a ser «esa voz que exija que las instituciones se pongan al servicio de las necesidades más urgentes de la gente y condicionaremos a ello todas nuestras políticas».
Pérez ha dicho que no contempla «necesariamente» entrar en el Gobierno, «sino promover esos cambios que sean tangibles y sobre acuerdos tangibles. Todo se analizará en los próximos días, pero como no nos corresponde a nosotros liderar ese cambio, tendrán que ser otros los que propongan. Nosotros escucharemos y sobre eso llegaremos a los acuerdos que sean».
En cuanto al papel que podría jugar el PSN, Laura Pérez ha dicho que si dependiera de Podemos el partido de María Chivite quedaría «descartados», pero ha precisado que «serán otras fuerzas las que determinen cómo y con quién».
Preguntada sobre las palabras del líder de Podemos, Pablo Iglesias, que dijo que su partido podría pactar con Bildu bajo la premisa de «una condena del terrorismo», Laura Pérez ha afirmado que en su programa ya se incluyeron «antes de que Pablo Iglesias dijera nada una serie de propuestas en materia de proceso de paz y de memoria histórica y reconciliación que se basan en criterios muy claros de verdad, justicia y reparación de todas las víctimas».
Por ello, ha indicado que «del mismo modo que se podría requerir de determinadas personas que condenaran el terrorismo de ETA, a otros sectores se les podría exigir que condenaran el terrorismo franquista o la violencia económica. Es una cuestión de ética, no de hacer un uso partidista de las víctimas».
En todo caso, ha afirmado que la decisión relativa a pactos corresponde a la Asamblea Ciudadana de Nafarroa y ha negado que la dirección del partido en Madrid pueda influir en esa decisión. «No tiene por qué. Ha calado el mensaje de la posibilidad de que desde Madrid no nos dejen decidir, pero eso no es cierto. La Asamblea Ciudadana de Navarra va a ser la que decida», ha asegurado.