Aritz INTXUSTA
IRUÑEA

La guerra entre facciones vuelve a UPN y Sanz pide ya un congreso extraordinario

En la primera reunión de la Ejecutiva de UPN regresó la bronca. Volvieron a discutir abiertamente Yolanda Barcina y Miguel Sanz, que en la Ejecutiva está en minoría, pero a quien aún le queda algún aliado, como Luis Casado, Nacho Igea y Javier Gómara. Su sector reclama un congreso extraordinario que certifique el adiós de Barcina.

UPN es un partido acostumbrado a tenerlo todo de cara. Y esto agrava el mazazo electoral, ya que la derrota ha sido por la mínima, pero prácticamente amenaza con despojarles de todo: gobierno, ayuntamientos grandes y mancomunidades, más amén de cargos políticos en empresas públicas del CPEN, fundaciones, etc. Por el momento, José Javier Esparza, el candidato del desastre, mantuvo el tipo en la rueda de prensa del día después de las elecciones. Pero pronto se ha sabido que la reunión previa no fue para nada serena. Ya ha vuelto la bronca.

Tras derrotar Yolanda Barcina a Alberto Catalán por la mínima, la Ejecutiva de UPN es un coto cerrado de la presidenta en funciones. Oficialmente, el único díscolo es Sanz, que está ahí a modo honorífico por haber sido presidente de Nafarroa y del partido. Pese a ello, en la reunión del lunes planteó la necesidad de convocar un congreso extraordinario para poner fin al mandato de Barcina. Y la actual líder de UPN no cierra la puerta a esa posibilidad. Y quizá ya no tenga fuerzas para resistirse.

Barcina revalidó su liderazgo del partido en el IX Congreso, celebrado en marzo de 2013, por lo que su presidencia, en teoría, debiera de alargarse hasta principios de 2018. Y sin embargo su figura está ya muy tocada y cada día pasa más tiempo en Madrid, donde se ha comprado una vivienda recientemente. El golpe definitivo, de hecho, no se lo dio el sector de Sanz, sino Esparza con un ultimátum para sacarle de las listas bajo amenaza de que, de otro modo, él renunciaría a ser el candidato.

Según filtraciones a “Diario de Navarra”, la primera reunión de la Ejecutiva no fue «tan tensa» como cabría esperar, aunque se alargó más de dos horas. Este medio asegura que el momento «más agrio» fue un cruce de acusaciones entre Barcina y Sanz por temas que no se han querido revelar. Con todo, debió ser en alta voz, ya que Sanz y Barcina se pusieron cada uno en puntas opuestas de una enorme mesa, con capacidad para unas treinta personas. Junto a Sanz se sentaron (y no por casualidad) Nacho Igea, el líder de las juventudes del partido que ya tomó una posición muy beligerante contra Barcina en la polémica sobre la elección de candidato, y Javier Gómara, uno de los fundadores del partido, que tiene 88 años. A su lado estuvo Luis Casado, que fue el único miembro de la lista de Catalán que logró entrar en la Ejecutiva del IX Congreso. Casado ha sido alcalde de Tutera durante 12 años, pero este año no se presentó ya que quería iniciarse como parlamentario (lo ha logrado por los pelos, ya que iba en el puesto decimocuarto). Su sustituta, Mariví Castillo, no ha recabado el apoyo necesario para mantener la principal ciudad de Erribera y se ha convertido en la primera cabeza que rueda. Ya ha anunciado su dimisión.

Sanz quiere el congreso sin prisa, pero sin pausa. Cree que no se debe interferir en el proceso de constitución de ayuntamientos y Parlamento. La nueva Cámara no se reunirá hasta el día 17 de junio y no es necesario que el presidente (casi seguro que presidenta en esta ocasión) sea elegido ese mismo día. Este parón pone ya a UPN a las puertas del verano, lo cual podría retrasar la operación para el próximo otoño.

El PSN, en tierra de nadie

La situación del PSN es igual de desesperada. Sus votos podrían ya no contar en el juego de mayorías, pese a que no han bajado tanto como se les auguraba. El problema es que sus únicas victorias electorales han sido a nivel municipal, pero curiosamente para imponerse a sus aliados de UPN en localidades de Erribera (Valtierra, Murchante, Cabanillas...). En este sentido, el comunicado de la Ejecutiva recordando que tienen concejales en pueblos que podrían sumarse a gobiernos de cambio, suena a un ruego desesperado. La única carta que les queda es Tutera, donde son necesarios para echar a UPN. Pero ni siquiera eso puede consolar a María Chivite, que tiene un enfrentamiento claro con la militancia de esa ciudad después de cargarse de un plumazo a la candidata que eligieron las bases. En Tutera siguen teniendo predicamento las tesis de que el PSN tenía que haberse sumado al cambio antes de que ocurriera lo que ha pasado. Ahora Chivite está en tierra de nadie.

 

La dirección de Ciudadanos dimite

La dirección de Ciudadanos en Nafarroa ha presentado su dimisión. La causa de que lo deje Diego Paños está a mitad de camino entre los resultados (le faltaron solo 200 votos para lograr un escaño) y el escándalo de final de campaña que, probablemente, le hizo perder esos votantes que pudieran haber dado al traste con el cambio en Nafarroa. El escándalo vino de la mano de unas grabaciones en las que Paños aparece llamando «putero» y «cubatero» al jefe de los jueces en Nafarroa, Joaquín Galve. Estas acusaciones (la segunda, mera réplica de rumores extendidos en el ámbito judicial en Nafarroa) se relatan junto a episodios de presiones impropias por parte de Galve para echar a uno de los candidatos de Ciudadanos de las listas.