Iker Rodrigo se enfrenta a una petición de la Fiscalía de un año y medio de prisión y doce de inhabilitación como presunto autor de un delito de «enaltecimiento del terrorismo» en el juicio que ha tenido lugar en la sede de la Audiencia Nacional española en San Fernando de Henares (Madrid).
El militante de Sortu, que se ha negado a responder a las preguntas de la fiscal Teresa Sandoval, ha explicado que se enteró por los medios de comunicación y las redes sociales de la muerte de López Peña, el 30 de abril de 2013, y que acudió al recibimiento del féretro en el aeropuerto de Sondika «para mostrar solidaridad con sus familiares». «Les veo muy tocados y voy a darles consuelo. Les di el pésame y me coloqué a su lado», ha añadido.
A preguntas de su abogada, Jone Goirizelaia, el procesado ha respondido que no dio ninguna directriz a los congregados y ha manifestado que no acudió allí a «enaltecer actos cometidos por ETA en cualquier momento» y que Sortu no tenía como actividad organizar funerales. «Participé a título personal para dar apoyo a la familia», ha remachado.
Durante la vista la coordinadora de Sortu en Bizkaia y parlamentaria de EH Bildu, Maribi Ugarteburu, quien ha declarado en calidad de testigo, ha coincidido con Rodrigo en que la formación política no tuvo ninguna relación con el recibimiento.
La fiscal ha mantenido su pena de año y medio de prisión y doce años de inhabilitación por «enaltecimiento del terrorismo».
Rodrigo fue arrestado tres días después del recibimiento en el aeródromo vizcaino. Tanto Sortu como la propia familia de Xabier López Peña negaron en su día que el partido o el propio encausado tuvieran relación alguna con los actos.