Beñat ZALDUA

Mas y Junqueras, juntos en una lista liderada por un independiente

CDC y ERC cerraron ayer el preacuerdo alcanzado por Mas y Junqueras el lunes. Un acuerdo al que también dieron el visto bueno las entidades soberanistas y que consiste en la elaboración de una lista conjunta entre políticos y sociedad civil. En ella estarán presentes los líderes de ambos partidos, aunque cederán la cabeza de lista a un independiente. El acuerdo, aún por detallar, aborda también el escenario posterior a las elecciones del 27 de setiembre.

Hace apenas 48 horas parecía imposible, pero Convergència Democràtica de Catalunya (CDC) y Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) acudirán en una misma candidatura a las elecciones plebiscitarias del próximo 27 de setiembre. Lo harán con una lista en la que personalidades de la sociedad civil, es decir, personas orgánicamente independientes de los partidos, tendrán un protagonismo destacado, y en el que convergentes y republicanos se repartirán en una proporción de 60-40 los puestos destinados a los partidos. Eso sí, también habrá lugar para representantes de las nuevas formaciones surgidas al calor de la tensión del proceso independentista. Es decir, habrá lugar para los críticos del PSC (reunidos entorno al partido MES) y para los independentistas salidos de Unió (agrupados en Democràcia Catalana).

La pugna por el liderazgo del proceso entre el president, Artur Mas, y el líder de ERC, Oriol Junqueras, se resolvió finalmente acordando que ambos concurrirán a las elecciones en puestos destacados de la lista, aunque sin encabezarla. Un puesto, el de cabeza de lista, que los negociadores dejan en manos de un independiente cuya identidad todavía se desconoce. No se descartan sorpresas, por lo que habrá que estar atentos los próximos días. En cualquier caso, según la mayoría de informaciones publicadas por la prensa catalana, Convergència y Esquerra habrían acordado investir a Mas como presidente del Govern que surja de las elecciones.

Para conocer estos detalles, sin embargo, habrá que esperar a que los protagonistas presenten públicamente el acuerdo. Algo que podría ocurrir hoy mismo, ya que la dirección de CDC ratificó ayer el preacuerdo. La cúpula de ERC seguía reunida al cierre de esta edición, aunque nadie espera sorpresas. El preacuerdo alcanzado el lunes fue presentado ayer a representantes de la Assemblea Nacional Catalana (ANC), Òmnium Cultural y la Associació de Municipis per la Independència (AMI), en una segunda reunión celebrada en el Palau de la Generalitat. Acudieron todos los actores independentistas a excepción de la CUP, que rechazó sumarse después de que Mas no entrara a valorar la opción de una lista civil unitaria sin políticos. Era la única fórmula para que la CUP se uniese al acuerdo.

La reunión de ayer no duró más de una hora y a la salida, las entidades soberanistas anunciaron su conformidad. El presidente de la ANC, Jordi Sánchez, no ocultó su satisfacción al asegurar que «la música suena muy bien y será muy potente» y al augurar que el pacto se presentará «mañana o pasado mañana». Es decir, hoy mismo o mañana. Será entonces cuando se conozca la identidad del cabeza de lista, cuestión no menor.

Más allá del 27S

Será entonces también cuando se conozcan el resto de detalles del acuerdo, empezando por el escenario postelectoral. Ayer, la presidenta de Òmnium, Muriel Casals, ya dio alguna pista, señalando que tras las plebiscitarias debería formarse un Gobierno «de concentración» para encaminar el país hacia la independencia. De hecho, las entidades dieron por seguro un Ejecutivo de coalición.

Los republicanos no tienen del todo fácil explicar por qué dan apoyo ahora a una fórmula electoral que rechazaron tras el 9N, ya que el escenario final se parece mucho al propuesto por Mas en su sonada conferencia del 25 de noviembre. A falta de declaraciones oficiales, las diversas filtraciones (siempre interesadas) apuntan a que Esquerra acepta en esta ocasión el acuerdo porque el compromiso de Convergència con la hoja de ruta independentista es más nítido, lo que da a entender que el acuerdo que presenten en las próximas horas incluirá detalles concretos sobre los pasos a seguir tras las elecciones. Pero a verlas venir, pues ya se sabe que en la letra pequeña suele esconderse el diablo.

A la espera, por lo tanto, de lo que digan los detalles, se sabe que una de las principales aspiraciones de Esquerra es acordar el momento de la ruptura de la legalidad. Es decir, el momento de dar el paso irreversible hacia la independencia unilateral, siempre que los votos acompañen. No sería poco llegar a un compromiso semejante.

Esto permitiría concretar la hoja de ruta que ERC, CDC y las entidades soberanistas ya acordaron el pasado 30 de marzo. En él se detallaba un periodo máximo de 18 meses entre las elecciones y la proclamación efectiva de la independencia, que se ejercerá de forma unilateral siempre que no haya una oferta, hoy en día improbable, por parte del Estado. Antes del paso definitivo, la hoja de ruta prevé un periodo de 10 meses para elaborar una propuesta de texto constitucional (a través de mecanismos participativos), tiempo durante el cual, y paralelamente, deberían ponerse en marcha «las estructuras necesarias del nuevo Estado», tales como la Hacienda propia o la Seguridad Social. El proceso concluiría entonces con un referéndum sobre la propuesta constitucional, tras el cual, en caso de aprobación, se proclamaría la independencia. Suena improbable, pero tras el acuerdo de ayer vuelve a ser posible.

 

CUP-Crida Constituent, la fórmula de la Esquerra Independentista

El diputado de la CUP David Fernández y el miembro del secretariado nacional de la formación independentista Xavi Género comparecieron ayer para explicar su posicionamiento ante el acuerdo alcanzado por CDC, ERC y las entidades soberanistas. Fernández aseguró que no pueden estar de acuerdo porque la lista unitaria va en contra de «la pluralidad del país», que es, a su entender, uno de los puntales del proceso soberanista. El diputado calificó además el acuerdo de «reedición 2.0» de la lista del president propuesta por Mas tras el 9N y criticó fuertemente «las filtraciones interesadas» ocurridas durante los últimos días.

En cualquier caso, Fernández se felicitó porque el acuerdo supone la confirmación de la cita electoral del 27 de setiembre, así como su carácter plebiscitario. De hecho, sobre el tema señaló que queda «pendiente» acordar entre las dos candidaturas independentistas «cómo se definirá este carácter plebiscitario para sustituir el referéndum prohibido y perseguido por el Estado».

El diputado independentista, que mostró su «máximo respeto por las entidades soberanistas», confirmó que la formación se presentará con el nombre CUP-Crida Constituent. Una plataforma con la cual esperan aglutinar diversas fuerzas y movimientos, tanto independentistas como defensoras de un proceso constituyente catalán.B.Z.