«Ha llegado el momento de un tiempo político en el que todo ello quede definitivamente alojado en el pasado y abra las puertas y las ventanas a un nuevo Gobierno de cambio que recupere democráticamente para la ciudadanía de Navarra tanto sus instituciones como las decisiones de los gobernantes», ha proclamado Adolfo Araiz en su intervención durante el pleno de investidura de Uxue Barkos.
Araiz ha subrayado que «la responsabilidad ha sido un concepto clave en nuestra actuación para el nuevo tiempo del cambio» y ha afirmado que desde EH Bildu han sido «capaces de renunciar a parte de nuestras posiciones y de nuestras aspiraciones en aras al acuerdo. El horizonte de un cambio permanente y duradero ha sido y es mucho más importante que cualquier aspiración partidaria o personal a corto plazo. Da comienzo en Navarra una nueva etapa de entendimiento entre diferentes», ha planteado.
Ha incidido en que se abre así «una nueva etapa de entendimiento entre diferentes», una etapa de «un Gobierno para todos» y no «para unos y contra otros», ni con sindicatos «de primera y segunda», medios de comunicación «adeptos o detractores», ni sentimientos «oficiales o basados en entelequias».
El representante de EH Bildu ha defendido que el acuerdo para la formación del nuevo Gobierno «no ha sido fruto de un calentón tras los resultados electorales, sino que es el fruto de una reflexión estratégica sobre Navarra y su futuro, sobre la capacidad de su ciudadanía de ser protagonista de su presente y de su futuro».
Ha recalcado que el nuevo Gobierno está sustentado en un acuerdo programático que garantiza «la libre expresión, el desarrollo de la pluralidad y el respeto a todas las visiones», y que debe trabajar por «recuperar y fortalecer los servicios públicos» y por la «justicia social y la igualdad».
De igual manera, ha defendido «una solución global, justa y duradera» para lograr «un escenario de paz y normalización política», mediante políticas encaminadas «al reconocimiento, reparación y justicia de todas las víctimas» y medidas para la «reconciliación».
La participación ciudadana y la «democratización de Navarra» son otras de las apuestas de este cambio político, que Araiz ha advertido de que deberá hacer frente al «deseo de imposición de quienes desde Madrid diseñaron el régimen que ahora la ciudadanía ha echado abajo».
«Confianza y lealtad» de EH Bildu
A Uxue Barkos le ha trasladado que cuenta con «la confianza y la lealtad» de EH Bildu. «Sepa que vamos a trabajar duro para sacar este proyecto adelante, intentaremos fijarnos más en lo que nos une que en lo que nos separa, y seremos serios y responsables, como lo hemos sido en el duro proceso de negociación que hemos llevado a cabo estas últimas semanas», ha apuntado.
También le ha exigido «reciprocidad» ante «los cantos de sirena» y «trajes de lagarterana» que le llegarán porque EH Bildu «no quiere actos de fe ni va a hacer actos de fe».
En su réplica, Barkos ha agradecido el apoyo de EH Bildu, le ha asegurado que este será «un cambio tranquilo y sincero» y ha dicho que las diferencias que puedan tener los partidos «no tienen por qué afectar» al cambio porque todas han sido capaces de trabajar «con generosidad».