«No habíamos presentado nombres a Interior, pero se nos pidió y los aportamos»
Adolfo Araiz ha pasado casi dos meses negociando el que será el nuevo Gobierno de Nafarroa. Han sido unas negociaciones intensas, con exclusiones y con debates sobre cuál era el mejor modo de tomar parte en el gabinete del cambio. Finalmente, el cabeza de lista de EH Bildu en las pasadas elecciones forales no entrará en el Ejecutivo y se quedará en el Parlamento.
EH Bildu apoya al nuevo Gobierno de Nafarroa, pero ha habido críticas sobre su conformación. ¿Cuál es su postura?
Entendíamos que había un modelo distinto de gobierno al que se ha planteado por parte de Geroa Bai, en el que primaba la última palabra de la presidenta sobre la elección de las personas. Pensábamos que todas las fuerzas políticas debían estar representadas en el gobierno del cambio, con personas de referencialidad política además de con capacidad técnica y de gestión; que debía conseguirse un acuerdo de reparto de responsabilidades y, a su vez, consensuar esas personas, pero sin que hubiera ningún tipo de exclusión.
¿Qué exclusiones ha habido?
Ha habido planteamientos que han servido para unas personas y para otras no. El caso más paradigmático es el de Ayerdi: aunque no cumplía con las exigencias establecidas por Uxue Barkos, ocupará el cargo de vicepresidente. Esa salvedad no se ha aplicado a otras personas.
¿Se pueden poner nombres a esas exclusiones? ¿Está el suyo entre ellas?
A personas propuestas por EH Bildu con perfiles de referencialidad política como el de Manu Ayerdi no se les ha admitido como idóneas para ejercer responsabilidades de gobierno.
No es ningún secreto que su nombre estaba encima de la mesa. EH Bildu ha salido públicamente pidiendo una Vicepresidencia. Insisto, ¿esos criterios que no han aplicado a Ayerdi (PNV) son los que han servido para excluirle a usted?
Mi nombre fue propuesto por EH Bildu y no fue aceptado por Geroa Bai, entendiendo que tengo un exceso de referencialidad y peso político. Por tanto, entendemos que ha habido un trato discriminatorio a la hora de aplicar los criterios.
Ayerdi es el caso más llamativo, pero también está José Luis Mendoza, de Zabaltzen.
Nosotros no estamos en contra de esa participación directa de los partidos. Es más, nos parece bien que haya personas con referencialidad política. Lo que decimos es que deberían haberse aplicado a todas las personas por igual. IU planteó que fuera un gobierno de coalición donde los miembros fueran designados por los partidos, pero no se aceptó. El modelo que planteábamos nosotros buscaba reforzar la presencia de las fuerzas políticas en el gobierno y darle estabilidad y fortalecer la implicación. No solo implicarnos en el acuerdo programático, sino también en el gobierno.
Si bien no hay implicación directa, sí que EH Bildu ha propuesto nombres en consejerías complejas. Particularmente, en la de Interior.
EH Bildu presentó nombres para todas las áreas de trabajo, que fueron propuestos en ese formato de gobierno que entendía Geroa Bai. Finalmente, dos de nuestras propuestas gozaron de consenso para Administración Local y para Presidencia, Justicia e Interior. Interior supone un reto, claro. En Nafarroa está pendiente todo lo que supone el modelo policial y asumir competencias plenas en la materia. Es algo que UPN no ha querido hacer. Entendemos que será un reto importante para el Gobierno, porque es algo que está recogido expresamente en el acuerdo. Es necesario otro modelo policial, sobre el que habrá que debatir. Pero será un reto para quien lo asuma y para el propio Gobierno.
Ese departamento tiene epígrafes interesantes: gobierno abierto, transparencia... ¿Desde ahí se puede liderar la lucha anticorrupción?
Nosotros planteamos que se recogiera todo el tema de la transparencia, de la lucha anticorrupción, dentro de ese paquete. Entre otras cosas, ha sido aceptada la creación la oficina anticorrupción que llevábamos en el programa de EH Bildu.
Lo de la Consejería de Interior enseguida trae a la mente lo ocurrido en Catalunya con ICV. Si además ha habido vetos, asumir la cartera de Interior sin el equipo titular…
Quiero aclarar una cosa: EH Bildu no está en el Gobierno. No estamos presentes como fuerza política. Ni están tampoco Podemos o I-E. La única fuerza que está presente directamente es Geroa Bai. Hay que aclarar esto porque es importante. Lo que hemos hecho es aportar nombres para unas determinadas áreas, que se consensuaron. De los que nosotros propusimos han salido los nombres de María José Beaumont e Isabel Elizalde. Y nosotros vamos a dar nuestro apoyo político no solo a estas dos personas, sino al conjunto del Gobierno. Pero EH Bildu, como tal, no participa.
Pero se presume que esas personas buscarán rodearse de equipos de confianza. Y lo lógico es que los busquen entre quienes les han propuesto.
Lógico es, pero ya veremos qué equipos se conforman. Desde luego, daremos apoyo al conjunto del Gobierno. Si, además, también tenemos que dar nombres de personas capacitadas para el desarrollo de puestos de segundo nivel, de direcciones generales, EH Bildu tiene un equipo de personas preparado y formado para poder entrar. De todas formas, ya veremos si tenemos la oportunidad de aportar más nombres, que seguro que sí.
El otro área cuya responsable fue propuesta por ustedes es Administración Local. EH Bildu es la gran fuerza municipal en Nafarroa. ¿Qué retos ven?
Es un macrodepartamento con cuatro áreas muy importantes. En Administración Local, EH Bildu podía ofrecer no solo personas que tuvieran capacitación, sino también la aportación de ese capital político importante como es nuestra representación municipal. Por ello nos parecía importante que fuera una persona con responsabilidades políticas en EH Bildu, pero no ha sido así. Al menos, será una persona propuesta por EH Bildu la que asuma ese reto y ese compromiso con los ayuntamientos. Sobre todo, porque tiene por delante ese enorme reto de lo que se ha venido en llamar la reorganización del Mapa Local. Hay que abordar este tema de forma serena y, de hecho, en el programa se da un plazo de dos años para iniciar un debate participativo, un debate real y no solo parlamentario, en el que participen todas las entidades locales afectadas. Aportaremos nuestro capital para que ese debate sea real y seamos capaces de implantar otro modelo.
Por otro lado, históricamente en Navarra ha habido ataques al medio ambiente con determinadas obras públicas. Habrá que buscar el modo para que no se produzcan las colisiones que ha habido hasta ahora con el área de Infraestructuras que dirigirá políticamente Ayerdi.
Ha comentado que EH Bildu presentó nombres para todas las consejerías. ¿Aspiraban a asumir la Consejería de Presidencia e Interior?
No habíamos presentado ningún nombre concreto a este área. Pensábamos que debía haberse llevado directamente desde un departamento de Presidencia. En todo caso, vimos que había un cambio de posición y que estaba abierto a postular nombres. Y pensamos en Beaumont porque la consideramos una persona capacitada y con experiencia dilatada. Tiene una capacidad de trabajo terrible.
Pero EH Bildu no ambicionaba esa cartera de Interior.
No, porque pensábamos que había otros ámbitos donde podíamos aportar más. Pero se nos pidió. Y tenemos personas para aportar en todas las áreas.
Tras conseguirse el cambio, ¿entendía EH Bildu que tenía el mandato ciudadano de entrar en el nuevo Gobierno?
Lo que se ha valorado es la importancia de conformar un gobierno que sea capaz de llevar adelante el acuerdo programático y que ese gobierno sea una herramienta más para el cambio político y social. Creemos que va a tener capacitación técnica y apoyo más que suficiente en el Parlamento para convertirse en el instrumento del cambio.
Nosotros queríamos la implicación política de todas las fuerzas directamente en ese Gobierno, pero no ha sido posible. Lo tenemos que reconocer así.
Para su formación, esta va a ser una legislatura de trabajo abnegado. ¿Sin participación directa, cómo se visualizará el trabajo en favor del cambio?
Lo importante es que el Gobierno se dedique de sacar adelante el acuerdo programático y que sea capaz de gestionarlo. Y para ello tiene que ser capaz de superar las dificultades de todo tipo –mediáticas, políticas y de poderes fácticos– que se le puedan plantear. Ese reto es el importante. El debate político sobre la gestión del Gobierno y del acuerdo programático se va a dar en el Parlamento. Ahí, desde luego, todas las fuerzas vamos a estar directamente representadas. Y quienes apoyamos ese acuerdo programático tendremos que ser capaces de hacer frente a la oposición que lidere UPN. En ese sentido, el debate político lo llevaremos en el Parlamento. El Gobierno tiene que centrarse en sacar adelante el acuerdo programático.