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Bilbo se sumerge de lleno en el ambiente festivo

El desfile de la ballena ha vuelto a ser multitudinario en la Gran Vía, en una jornada en la que los más pequeños se han mezclado en el Txikigune con los numerosos actos programados en el recinto de txosnas.

Cabezudos y gigantes han desfilado por el Casco Viejo. (Marisol RAMIREZ / ARGAZKI PRESS)
Cabezudos y gigantes han desfilado por el Casco Viejo. (Marisol RAMIREZ / ARGAZKI PRESS)

Cabezudos y gigantes, bilbainadas, Txikigune, las txosnas en el Arenal... Bilbo disfruta este domingo de una Aste Nagusia que arrancó pasada por agua.

Un año más, la tradicional cabalgata de la ballena ha sido uno de los actos más multitudinarios de las fiestas, con miles de personas en las dos aceras de la Gran Vía. Más en la de la izquierda, según se baja en el sentido del desfile hacia el Sagrado Corazón, porque estaba a la sombra.

A las 18.00 de la tarde, cuando ha comenzado, una hora antes de lo habitual para no coincidir con el partido de San Mamés, el sol picaba todavía de lo lindo. Había casi tantas camisetas del Athletic en la Gran Vía como en el campo.

Con la «banda del Surdo» y sus bailarinas zancudas abriendo el desfile, la ballena Baly soltaba su surtidor de agua entre las risas de los niños, que encogían el cuello cuando sentían el chorro.

Le seguía su familia, el marido el Pulpo y los retoños, el Txangurro y el Besugo; este año han invitado a sus nuevos amigos al desfile: el cerdo, la vaca, la gallina o el carnero, que no paraba de embestir a los críos en las aceras, entre caras de susto y carreritas.

No han faltado el lanzador de confeti, con su potente cañón, los «Lanza Ilusiones», con sopladoras que lanzaban un papel continuo hasta 15 metros o las ocas de Miguelín, una singular comparsa de 60 ocas adiestradas.

Pocos incidentes

El alcalde de Bilbo, Juan Mari Aburto, ha inaugurado este mediodía en el parque de Doña Casilda el recinto de actividades infantiles Txikigune, donde ha hecho un balance positivo del comiendo de Aste Nagusia, a pesar de la tromba de agua que cayó este sábado por la tarde en la capital vizcaína.

«Vino la esperada lluvia, es muy de Bilbao. En Bilbao sabemos hacer frente a la lluvia y la gente supo disfrutar, fue un txupinazo extraordinario, contamos con un pregón de Gurutze que fue una maravilla, una gozada, muy bilbaíno, muy vital y la gente de Bilbao lo hemos agradecido de forma importante», ha manifestado.

Tras señalar que «la fiesta ha ido todo bien y ha sido una noche medianamente tranquila, con pocos incidentes, algunos hurtos, robos, cosas sin gran trascendencia», ha insistido en que «lo importante en estos momentos es la fiesta, que siga siendo la fiesta, que sea de lo único que hablemos durante los próximos ocho días».

También se ha referido al Txikigune para señalar que se trata de un espacio «para disfrutar, para los niños, para las niñas y para las familias, un espacio extraordinario en el centro de Bilbao, en este pulmón que es el parque de Doña Casilda, donde los niños y niñas que son parte importante de la fiesta van a poder disfrutar».