La principal estación de tren de Budapest sigue a esta hora su marcha, pero las autoridades húngaras impiden el paso a los cientos de refugiados que pretenden seguir su trayecto hacia el norte de Europa.

A primera hora de la mañana las autoridades húngaras han decidido cerrar por completo la estación de tren de Keleti de Budapest. Con esta decisión, la Policía ha procedido a desalojar a los cientos de refugiados que pretendían seguir su odisea europea. Entre gritos de ‘Alemania!’ los exiliados han sido expulsados de la estación, dando lugar a una protesta espontánea en el exterior del recinto.

Cerca de una hora después, y una vez expulsados los refugiados, Budapest ha vuelto a poner en marcha la estación, impidiendo el acceso a la estación a los refugiados.

Durante los últimos días Hungría se ha convertido en el punto de paso para miles de refugiados, la mayoría exiliados de las guerras de Irak, Afganistán o Siria. Desde Budapest acuden a Viena, Austria, para proseguir el viaje hasta Berlín. Según la policía austríaca, solo ayer cerca de 4.000 personas pasaron por la estación Oeste de Viena en su camino hacia Alemania.

Hoy ha sido la estación de tren, pero el Gobierno de Hungría ha puesto en marcha varias medidas para obstaculizar la llegada de refugiados. El pasado fin de semana Budapest finalizó la construcción de una valla de metro y medio de altura y de 175 km de longitud en su frontera con Serbia. Además, está construyendo un segundo muro de 4 metros de altura.