En una comparecencia en Bilbo, EH Bildu ha advertido que el Mapa de la Memoria’ entregado por el Gobierno Urkullu a 128 municipios de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa, tiene «importantes ausencias». Estima que en ese documento no se recoge el universo de vulneraciones del derecho a la vida que se han producido a lo largo del conflicto político.
«El documento –ha subrayado el parlamentario Julen Arzuaga– tiene una naturaleza reduccionista». En ese análisis crítico, ha añadido que el trabajo está «severamente desequilibrado», reconociéndose algunas víctimas, arrojando dudas sobre otras y «lanzando otros al olvido, condenándolos a la desaparición».
Arzuaga ha citado un caso paradigmático. Ha explicado que se incluye en ese retrato gubernamental de las víctimas al guardia civil Pardines, a quien se considera que murió «a raíz de un ataque a su derecho a la vida», pero no se hace mención al militante de ETA Txabi Etxebarrieta, quien fue abatido en una «ejecución extrajudicial reconocida», aunque en el Mapa se entiende que uno de los ideólogos de la entonces organización armada «falleció en un acto de legítima defensa, ya que era el presunto atacante».
El parlamentario soberanista ha dicho que esa explicación «no es compatible con la verdad», insistiendo en que el voluntario fue «víctima de una ejecución extrajudicial». «No recogiéndolo en este informe, se esconde que, más allá de ninguna circunstancia, Etxebarrieta no fue objetivamente víctima de una violación del derecho a la vida».
El representante de EH Bildu ha manifestado que «nadie en Bilbo puede entender que de las dos víctimas del largo conflicto político que ha vivido, concretamente Etxebarrieta, no aparezca en un documento o en una iniciativa basada en él que tenga la verdad como objetivo. La marginación de su memoria y la de su familia –ha apostillado– no es entendible, ni aceptable».
En la rueda de prensa junto a Arzuaga ha estado Aitziber Ibaibarriaga, portavoz de EH Bildu en el Consistorio bilbaino y sobrina de Etxebarrieta, quien ha declarado que su tío no es el único que no aparece en el documento. Por ello, ha concluido que con la iniciativa de Lakua «no se busca toda la verdad, sino que se pretende dejar ciertos retazos de la verdad a la vista, ocultando otros».
Esa, ha entatizado la corporativa, no es la verdad que quiere la coalición. «La cuestión de las víctimas se debe tratar con sosiego, mediante una reflexión profunda, desarrollando la pedagogía. Hablar con las víctimas, lo cual no se ha hecho en este trabajo. Actuar con flexibilidad, con empatía».
Ibaibarriaga ha comentado que «todas las verdades deben ser tomadas en consideración, para que sean la base de la justicia y la reparación». Para ello, en los municipios pretenden que se avance en una «verdad poliédrica», en la que, como ha explicado Arzuaga, se incluya a otras víctimas de ejecuciones extrajudiciales, de la política penitenciaria y de la dispersión, la tortura o las actuaciones de la Ertzaintza.